En préstamos para proyectos industriales a tipos muy por debajo del mercado financiero, y 14,8 millones más para el resto de las islas; con un aval solo del 10%, a diez años, con tres de carencia, según informó el enviado del Ministerio en la presentación de ayer en la Cámara de Comercio santacrucera. “No se quedará ningún proyecto viable si financiar”, palabras de Manuel Valle, en alusión a la partida disponible. No está mal, la UE apuesta por la subir la participación de la industria en el PIB e inyecta dinero para crear nuevas instalaciones o proceder al traslado de las existentes.

Andrés Calvo, presidente de ASINCA, la patronal del ramo, cuantificó en 170 millones de euros los invertidos en Canarias en las cuatro convocatorias anteriores de este programa REINDUS, la mitad financiada por esta vía. Nada mal.

El consejero delegado de ENISA, empresa pública del Ministerio, explicó los préstamos participativos aptos para empresas de todos los sectores económicos (salvo inmobiliario y financiero), sin aval y con una línea específica para emprendedores. Una especie de aportación de capital social que hay que devolver y que devenga un muy moderado interés. Si el joven empresario pone 20 mil podría obtener hasta 40 mil euros de préstamo, siempre y cuando entiendan que la inversión en la empresa es técnica y económicamente viable.

Las ventajas parecen evidentes con unos tipos de interés mucho mejores a los que ofrece la banca y unos requisitos quizás un poco más laxos a la hora de la aprobación de las operaciones, pero hay que analizar muy bien la letra pequeña del compromiso adquirido no vaya a ser que nuestro propio proyecto nos ate y no tengamos capacidad de rectificación. Eso tiene un socio pejiguera como la Administración, comentario extensible a todo tipo de subvenciones.

Ah, y veremos si aparecen un par de valientes que decidan invertir en la isla del meridiano y aprovechen tremenda oportunidad; sería un fuerte empujón a la depauperada economía herreña.