El investigador cultural José Pedro Sabina ha ofrecido a lo largo de varios días conferencias sobre los juegos tradicionales por todos los municipios de La Gomera.

¿Considera que los juegos tradicionales están bien considerados?

En general, los juegos tradicionales son por ahora considerados tan sólo juegos infantiles y como tales no tienen la consideración que se merecen, por lo menos desde el punto de vista social. Otra cosa es lo que los educadores pueden considerar respecto a los mismos.

Si tuviera que definir con tres adjetivos este tipo de juegos, ¿cuáles serían?

Ingenuos, manuales y de camaradería. En contraposición de los que por ahora están ofreciendo los juegos con ordenadores: sofisticados, pasivos e individualistas.

¿Cuál es su procedencia y en que época comenzaron?

Su procedencia es tan variada como cada uno de ellos. Unos nos llegaron del norte de África y son beréberes, otros nos llegaron con los conquistadores españoles y ya sufrieron un proceso de transformación, y otros son muy antiguos sin una fecha fija. Por ejemplo, jugar con boliches como hoy se hace, se conoce como juego infantil fechable, desde el año 3.000 a.C.

¿Cómo es la visión que tienen los más pequeños respecto a los tradicionales?

Desgraciadamente ha habido una generación de padres que por distintas razones no les han enseñado a los más pequeños lo que tan importante fue para ellos en su infancia. Muchos niños tienen algún conocimiento de "oídas" de estos juegos, pero cuando se les habla de ellos, se percibe en los más pequeños un verdadero interés.

¿Qué iniciativas deben impulsarse para que no se pierda esta tradición?

Práctica, práctica y práctica constante. Hay que dejar que los niños vayan al colegio con un puñado de boliches, con unos cuescos, con un trompo o con unos metros de elástico o soga en la maleta, como parte del material de aprendizaje. Y luego, dejarlos jugar. Ellos solos saben elaborar su propia diversión compartida.

De todos ellos, ¿cuál es el más que se practica en la actualidad?

Hay juegos que se resisten a desaparecer, así he visto recientemente jugar en algunos lugares al trompo, al tejo, al brilé, a las cuatro esquinas, a boliches...

¿Qué ventajas ofrece la práctica de estos juegos?

Estos juegos tienen todas las características que los grandes educadores han buscado para práctica de los más pequeños: juegos en grupo, actividad física e intelectual, mejora del vocabulario, ausencia de roles sexistas, relacionan a generaciones distantes, eliminación del espíritu consumista... Además, fomentan la imaginación y las manualidades, socializan al necesitar tareas realizadas por varios de ellos para lograr el resultado final y una lista mucho más larga que no tiene cabida ahora mismo. La buena disposición de maestros y educadores, en muchas ocasiones se enfrenta a unos padres que ven peligros en todo. El riesgo cero no existe. Ante esto, algunos educadores animan a instalar bibliotecas especializadas en los patios de recreo. Será el paso definitivo para una futura sociedad sedentaria.