Un empresario de 75 años, acusado de abusar sexualmente de forma continuada de una empleada de 18, reconoció ayer ante la Audiencia de Las Palmas que mantuvo relaciones con la trabajadora porque ella le "ofreció cariño a cambio de dinero", algo que la joven dijo que "jamás" ocurrió.

El acusado, dueño de una juguetería de Las Palmas de Gran Canaria, que se enfrenta a una pena de siete años de prisión y al pago de una indemnización a su empleada de 18.000 euros, que la acusación particular eleva a 50.000, negó haber amenazado a la joven con despedirla si no consentía las relaciones.

Según el procesado, la joven necesitaba dinero para ella y su familia, porque su sueldo era insuficiente, por lo que le dijo: "don Francisco, si quiere yo le doy cariño a cambio de dinero", un ofrecimiento que señaló que a él le pareció "bien".

Indicó que las relaciones se producían en el almacén de la tienda y en ocasiones en hoteles, y que ocurrían cuando ella lo decidía y que, a cambio del "cariño", le pagaba 50 euros. En las ocasiones que tuvieron lugar en un hotel de Gran Canaria, le pagó 300 euros.

La empleada, que niega ese relato, dijo que comenzó a trabajar en la tienda en 2008 y, a los dos o tres meses, el acusado empezó a sobarla. Ella intentó distanciarse, pero en diciembre de ese año, un día le mandó al almacén, le tocó los pechos y le dijo que si "quería renovar el contrato tenía que portarse bien con él". Los tocamientos pasaron a ser relaciones en los carnavales de 2009.

El acusado le dijo que tenía que acceder para que "sus padres no perdieran la casa", porque sabía que tenían deudas y ella les ayudaba, dijo la joven.