EL CD Tenerife despidió hace solo ocho días la temporada de su reingreso en el fútbol profesional y, sin solución de continuidad, el miércoles presentó oficialmente un proyecto de futuro que podría abarcar incluso las próximas cuatro campañas, plazo largo en el que estará vigente el contrato de Álvaro Cervera, en cuya figura ha depositado el club la confianza de devolver al equipo a Primera.

Con la intención de valorar la campaña recién cerrada y analizar la peculiar estructura técnica que dirigirá el nuevo proyecto blanquiazul, EL DÍA estableció una mesa de debate a la que convocó a Gorka López, consejero de la entidad entre 2002 y 2005 y director deportivo del San Isidro en Segunda División B; Mario Rivero, psicólogo y director deportivo; Paco García Santamaría, presidente del CD Marino; Jafet Nonato, presidente de la Peña Zoneros, y Braulio de León, entrenador nacional.

Mario abrió el debate calificando como "muy bueno" el curso. "Si nos fijamos en el potencial de la plantilla, fue un éxito estar a punto de entrar en la promoción. Para un club que viene de una inestabilidad deportiva, social y económica, la consolidación en la categoría sirve para sentar las bases y crecer, porque el Tenerife ha avanzado en todos los aspectos, como en la revalorización de los jugadores. Y si hay un responsable de todo, es el entrenador. Con pocos medios construyó un equipo".

Gorka compartió el análisis de Rivero, pero recordó que, además de "muy buena", la temporada "también pudo ser histórica". Al respecto, agregó su sospecha de que la insistencia en que la meta debía ser solo la permanencia no ayudó, porque "el play off estuvo cerca y ese mantra perjudicó".

En su repaso del curso, situó la clave en la capacidad del consejo, del director deportivo y del entrenador "de aguantar el tirón" en el peor momento, antes de la visita a El Toralín. "Si no hubiera habido estabilidad ahí, no habríamos salvado esa décima jornada".

Mario intervino de nuevo para remarcar que "fue Álvaro el que consiguió aislar al grupo" en ese punto crítico. "Esa estabilidad se logró fundamentalmente porque el equipo ha ido bien. Si no, no estaríamos hablando de lo mismo".

En su resumen, García Santamaría le otorgó a los dirigentes su parte del mérito colectivo. "La actuación del consejo fue crucial. Demostró sensatez y, cuando el caldo de cultivo no era bueno, le transmitió confianza a los técnicos. Si se llega a poner nervioso, habríamos tenido un problema gravísimo: los efectos habrían sido brutales. Y como aficionado, lo agradezco mucho. Pero luego está la parte del acierto de los entrenadores, que tomaron decisiones en momentos complicados, como la de invitar a Aragoneses a pasar a la grada. Todo eso fue madurando y dando credibilidad al proyecto de Cervera y de Quique Medina". En suma, Paco le puso un "notable alto" a los blanquiazules.

Aclarando que, a su juicio, la trayectoria fue "excelente", Jafet echó en falta "más ambición" en la fase final de la Liga. "El objetivo era salvar la categoría, pero hay que ser más ambicioso. Con 54 puntos se pudo luchar por algo más importante, ya que el ascenso no va a estar tan barato como este año", comentó antes de hacer alusión a la intervención del presidente del CD Marino: "No sé si es que el consejo tuvo paciencia o que estuvo obligado a ello, porque no había mucho de dónde tirar".

El portavoz de Zoneros también quiso incluir en su valoración el dato de que "la afición pudo ver a un Tenerife con nueve titulares canarios", algo que "será difícil que se pueda repetir. Pero no está claro si el objetivo fue usar la cantera o que el club tuvo esa necesidad".

Mario no pudo evitar tomar la palabra de nuevo para mostrarse en desacuerdo con la idea de que el Tenerife pecó de ser poco ambicioso. "El equipo ilusionó, pero no dio para más. Y es normal que haya dejado estos comentarios en la calle, pero no se corresponden con la voluntad del club, de los jugadores y de los técnicos. El Tenerife hizo un esfuerzo grandísimo. Mentalmente estuvo al 120 por ciento y las inercias existen, así que empezó a ganar y a creérselo. Pero no se puede mantener la misma tensión competitiva durante diez meses, y menos con el estado de estrés que tuvo este equipo. Por tanto, justo al llegar a los 54 puntos, esa misma tensión competitiva hizo que perdiera un partido, y después le costó reengancharse porque antes había realizado un esfuerzo enorme. Somos muy dados a desacreditarnos, y el aficionado tiene que estar contento y no cuestionarse si renovará el abono por estas siete derrotas".

Por la parte que le tocaba, Jafet garantizó que "eso no pasará".

Turno para Braulio de León, quien expuso su visión como entrenador y también como simpatizante del club. La primera fue "positiva", y la segunda le dejó una sensación de decepción, ya que llegó a pensar que "el Tenerife se iba a clasificar para la promoción".

Tras esta introducción, profundizó en la parte que más domina, poniendo de relieve la influencia de Cervera. "Nos hemos identificado con él hasta por su manera de expresarse. Y eso no pasaba desde hacía mucho tiempo. Se convirtió en el líder y logró que se haya aceptado un estilo opuesto al que gustaba aquí en la época de Valdano y Heynckes. Ha logrado que nos guste el modelo de contrarrestar y estudiar mucho al rival, de ir a por sus puntos débiles y explotarlos... Nadie pensó que nos íbamos a identificar con Aridane en la función de mediapunta. Y se está viendo que los equipos regionales lo están copiando".

García Santamaría retomó el hilo de la apuesta por la cantera de Cervera, a quien situó, junto con David Amaral, al frente de los técnicos que mejor han conectado con los jóvenes. "Me estimula verlo en la Ciudad Deportiva pocas horas antes de que juegue el primer equipo".

Gorka detectó que el debate empezaba a desviarse "hacia la persona, que es algo que pasa mucho aquí", e introdujo una interesante reflexión. "Se puede admirar a un profesional y criticarlo, y eso es muy difícil en nuestro entorno. O etiquetamos al que venga y lo tiene complicado, o lo ponemos en un pedestal y lo tiene muy fácil. Cervera es de lo mejorcito que he visto. Pero eso no me impide preguntarme por qué pasó lo del final. Es verdad que se dieron muchos factores, pero dudo que no se pudiera superar ese período de tensión. Coincidió con que Ayoze se descolgó por varias cuestiones: las lesiones o quizás se nos fue de cabeza por el tema del traspaso. Posiblemente nos faltaron ocho goles, como mínimo. Aún así, veo que todo el mundo aceptó que se perdiera la tensión, e incluso se justificó", advirtió López, que se apoyó en los ejemplos de Cappa (2000) y Amaral (2003), a quienes les pasó factura el desgaste de unos deficientes finales de Liga. "A Álvaro le salvó el crédito que se ganó, pero pongo en duda que, desde fuera, no se pueda exigir que en el tramo final diéramos más, porque creo que desde dentro también se puede poner en cuestión, ya que el estímulo de ver algo tan extraordinario al alcance de la mano supera cualquier problema".

Con la Liga examinada, los participantes pasaron a ofrecer su pensamiento sobre el nuevo proyecto. Empezó Gorka. "Me parece de manual: Cervera, Serrano y los demás que están en el club, como Sesé Rivero, son profesionales muy válidos y cuentan con estabilidad y apoyo". En cambio, dijo que es partidario de que "haya más jerarquía". Precisamente, este apartado le plantea alguna que otra duda. "Lo que me hace pensar es que esa jerarquía se ha movido de una forma poco habitual. Veníamos de una situación en la que, en teoría, podía darse este golpe de timón. Pero, a última hora, hubo un cambio y no sé por qué pasó. Había un director deportivo que, en lo referente a los objetivos, hizo las cosas bien y ya no está. Eso implica que el entrenador ha dado un salto. Y luego está la plaza en la que hay que torear, porque en el tercer tropiezo de esta última racha se escucharon silbidos. No soy muy mayor, pero estoy entre los 300 abonados más antiguos, y conozco bien el estadio. Y sé que aquí le pegamos a todo el mundo cuando hay un poco de brisa".

López confesó que le da "miedo" que los proyectos estén "demasiado vinculados" a las personas. "Si te comparas con modelos como los de Athletic y el Barcelona, ves que el proyecto está en la genética y que las personas se adaptan. Y aquí los proyectos suelen estar en las personas, a las que les pasan cosas".

En este sentido, le siguió dando vueltas a la salida del club de Quique Medina. "Aún no sé por qué no continuó alguien que metió a la cantera de lleno en el lado del fútbol profesional. Elevó el protagonismo de Sesé y acercó a Cervera, que fue receptivo. Y en la base tampoco no había tuercebotas".

De León intuyó que la etiqueta de "comisión deportiva" que eligió al club para englobar a Cervera y Serrano le permitirá "curarse en salud", porque no cree que "dos personas decidan de la misma manera". En este aspecto, Rivero afirmó que "el que manda aquí es Álvaro, que debe ser el primer entrenador que ficha a un director deportivo". De todos modos, observó que "esa ambigüedad" en la que Serrano será "el gestor", podría ser beneficiosa, "porque tal como está el club, focalizar la atención en la figura del manager general sería volcar las críticas en el técnico".

Por su parte, Nonato reveló su deseo de que el Tenerife defienda su recién estrenado modelo en cualquier tesitura. "Habrá que ver qué pasa en las épocas malas, que vendrán. Otra racha de siete derrotas no pasará de largo sin que se tomen medidas. Y si creas un proyecto así, hay que ir con él a muerte. Si en la cuarta jornada la grada silba, ¿adiós proyecto? Hay que ser consecuente con lo que se hace".

En clave de futuro, Rivero dijo que estaba ilusionado, principalmente porque la comisión "tiene claro qué necesita para la próxima temporada. En eso, las siete últimas jornadas sirvieron mucho. Ahora falta que acierte".

A García Santamaría no le preocupa que el club fiche a "mejores o peores jugadores" ni la "presión mediática", y sí le entusiasma "en exceso" un Tenerife que renace sobre unas bases sólidas. Braulio también siente lo mismo, "a corto plazo", pero teme que el proyecto "se quede a medias en 2016 en el caso de que se vaya el actual consejo". ¿Y si, pese a este anunciado relevo, hubiera continuidad? Gorka dio con una posible solución, la de que el consejero Corviniano Clavijo sea el siguiente presidente. "Con él no se pararía el proyecto, porque creo que Concepción no seguirá. Que alguien esté pensando en el relevo es una buena noticia, y también que se presenten otros. Me parece que Corviniano encarna una evolución".

En general, con algún matiz relacionado con la recta definitiva de la Liga, todos aprobaron al Tenerife de la temporada 2013/2014 y, también con algunas dudas por despejar, dieron su visto bueno al proyecto que acaba de empezar.

Gorka López

exjugador y exconsejero del

CD tenerife

Mario

Rivero

psicólogo y director deportivo

Paco García Santamaría

presidente del

cd marino