Canarias ha registrado valores anormalmente altos en las temperaturas y bajos en las precipitaciones durante la primavera. Así resumió ayer el balance sobre los tres últimos meses del año realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el director del Centro Meteorológico para la provincia occidental, Víctor Quintero, destacando que "la temperatura media registrada fue de 17 grados, ocupando el puesto 17 de temperaturas más altas desde el año 1945, lo que confirma que se ha entrado en un clima más cálido".

Además, afirmó que estos datos revelan que "se trata de un indicio del cambio climático".

"La primavera ha sido cálida y se han rozado los valores de extremadamente cálida con anomalías que van entre los 0,6 grados o el grado, según si se compara con las medias del ciclo 1971-2000 o con el de 1981-2010", detalló el responsable de la Aemet.

No obstante, Quintero también resaltó la ausencia de precipitaciones registradas entre los meses de marzo y mayo.

"En los últimos 70 años, los valores registrados durante esta primavera estarían en el puesto 61, convirtiéndose en una de las más secas", informó ayer en rueda de prensa.

Y es que Tenerife -sobre todo la zona de Anaga y las cumbres- es la única isla en la que los valores pueden considerarse cercanos a la media, pero en el resto del territorio los valores son "anormalmente bajos", destacando el caso de la isla de La Palma cuyas cifras son similares a las de Lanzarote, Fuerteventura y el sur de Gran Canaria.

Y es que según los datos de la Aemet, marzo fue un mes muy seco con una precipitación media de 18 litros por metro cuadrado.

En abril los valores se recuperaron un poco debido a la llegada de un sistema frontal que incluso llegó a dejar nieve en las cumbres y mayo también fue seco.

"El año hidrológico mide las lluvias entre el mes de octubre de un año y el mismo mes del siguiente, pues bien, en Canarias hay un déficit importante de precipitaciones que no está igualmente repartido pero que sí que es generalizado", detalló el experto de la Aemet.

Respecto a la ausencia de episodios de calima durante los últimos meses, Quintero explicó que "solo se registró un episodio cálido en el mes de mayo con temperaturas que en determinados lugares llegaron a los 34 grados y que duró alrededor de cinco días", confirmando que la predicción de este tipo de fenómenos en compleja, puesto que depende del movimiento del anticiclón de las Azores y de las bajas presiones ubicadas al norte de África, por lo que tampoco se aventuró sin en verano se registrarán muchos o pocos casos.

Lo que sí confirmó es que en todos los modelos y proyecciones que se están realizando "a escala global" indican que las temperaturas seguirán al alza durante años.