La masificación en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC) mantiene lleno de camillas un pasillo que debería estar complemente desalojado. Se trata de la única vía de evacuación hacia la torre sur prevista por el protocolo de emergencias del propio centro hospitalario en el caso de que haya una catástrofe interna como, por ejemplo, un incendio o un derrumbamiento.

Su proximidad a urgencias y la falta de espacio en este servicio ha hecho que este pasillo se utilice como zona de ubicación de los pacientes que esperan por una cama para poder ser ingresados.

El sindicato Intersindical Canaria (IC) -mayoritario en el HUC- denunció la situación en la Inspección de Trabajo el pasado 18 de octubre de 2013 que emitió un requerimiento el 12 de diciembre de ese mismo año determinando que se regularizara la situación con el plazo máximo del 18 de abril de 2014 y tras comprobar que la situación no ha variado ha puesto el caso en manos de la Fiscalía.

"En este tiempo nada ha cambiado y lo ha hecho ha sido a peor", explicaba ayer la portavoz de IC en el HUC, Catalina Darias, que detalla que en enero se habilitaron otras zonas en el hospital hasta conseguir 26 nuevas camas, pero debido la saturación que existe en urgencias eso no conllevó que disminuyera el número de pacientes en los pasillo. "Por eso hemos tenido que ir a Fiscalía, para que obligue a que haya cambios y se garantice la seguridad de los pacientes y de los trabajadores en caso de que tengan que ser evacuados".

Se da las circunstancias de que el HUC tiene previsto desde el año 2007 adecuar las instalaciones que quedaron vacías por el traslado de las consultas al nuevo edificio de actividades ambulatorias para urgencias, lo que a juicio de Intersindical supondrían "entre 20 y 30 camas más".

"Se tienen que poner en marcha unas urgencias en el hospital del norte que funcionen como tal, por que sin escáner la mayoría de los pacientes seguirán yendo al HUC", detallaba ayer Darias que insiste en que "se debe acelerar la apertura de las 50 camas prometidas en el hospital del norte para que los pacientes que ya no precisen estar en urgencias puedan ser trasladados".

Y es que además del riesgo que corre al tener semibloqueado un pasillo de evacuación, también se da la circunstancia de que a estos pacientes que esperan por una cama se les da de comer, baña e incluso hacen sus necesidades en ese pasillo, lo que desde IC califican de "ataque a la dignidad".