La Guardia Civil del Puesto de Playa de las Américas (Tenerife) ha detenido a un joven de 25 años, vecino de Guargacho, en Arona, como presunto autor de tres delitos de robo con fuerza en diferentes municipios del sur de la isla que se produjeron desde el pasado mes de mayo.

El primero finalizó sin éxito, mientras que el segundo culminó con la sustracción de joyas valoradas en 3.700 euros y un ordenador portátil valorado en 500 euros.

En diligencias instruidas en el Puesto de la Guardia Civil de Adeje, se le acusa también de un tercer robo con fuerza en el que el presunto ladrón se hizo con una caja fuerte que contenía 2.500 euros en efectivo y joyas por valor de unos 20.000 euros.

En otro servicio, la Guardia Civil del Puesto de Icod de los Vinos ha imputado a un joven de 14 años como presunto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas en grado de tentativa. El joven, en compañía de dos mayores de edad, fue sorprendido en una finca del municipio a la que accedieron tras fracturar la cerradura de la puerta de acceso, colándose posteriormente a través de una ventana en una vivienda situada en el interior, donde sustrajeron varias herramientas.

SIMULA SER VÍCTIMA DE UN HURTO

Además, agentes de la Guardia Civil del Puesto de Tacoronte han imputado a una mujer de 41 años, vecina del municipio de La Matanza, por, presuntamente, haber simulado ser víctima de un delito de hurto.

Los hechos dieron comienzo cuando la mujer, ahora imputada, presentó una denuncia en las dependencias de la Guarda Civil de La Victoria, donde alegaba haber sido víctima de un robo cuando salía de una entidad bancaria.

Según su declaración, un individuo con una capucha le abordó a la salida de la entidad bancaria, el pasado día 19 de junio, robándole 5.000 euros y dándose posteriormente a la fuga en un vehículo.

Tras la investigaciones y reconstrucción de los hechos realizado por agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Tacoronte, y ante las numerosas contradicciones en las que incurría la denunciante, se comprobó que los hechos eran falsos, por lo que la Guardia Civil imputó a la denunciante.