Aunque fue el primero que se presentó, se supone que es el que menos opciones tiene de ocupar la secretaría general del PSOE. Sin embargo, José Antonio Pérez Tapias (Sevilla, 1955) afronta un momento clave en su vida política y en la de su partido muy sereno, tal y como habla, convencido de sus argumentos y con un discurso bien construido y con sustancia, propia de su condición de decano de la Facultad de Filosofía de Granada.

Tapias eligió ayer Tenerife y, en concreto, el Círculo XII de Enero, para abrir su campaña y lo hizo de forma coherente con su militancia en Izquierda Socialista. De ahí que insistiera en que el PSOE solo tiene futuro si hace un claro giro a la izquierda con medidas como una banca pública fuerte que garantice el crédito.

Tanto ante los medios como en su discurso en un salón principal casi lleno de afiliados (la parte alta estaba vacía y en los laterales destacó la presencia de Santiago Pérez), Tapias advirtió de que los 135 años de historia del PSOE pueden diluirse si no ponen un dique definitivo a la confusión con las políticas conservadoras, los recortes y la austeridad, algo que tuvo que tragarse el partido y el Gobierno de Zapatero en mayo de 2010 por las amenazas de la "troika". Según dijo de forma ocurrente, más que de "austericidio" se debe hablar de un "democidio" que no sólo pone cada vez más en peligro el estado de bienestar, sino la democracia.

"Queremos un partido socialista, transformador, radicalmente democrático y de los trabajadores", subrayó. Tras reivindicar la política clásica y pasional que ya ligó Aristóteles con la amistad, exigió revitalizar las casas del pueblo para que, lo que se ha demostrado real en luchas como las batas blancas y otras, se lleve al corazón del partido, desapareciendo "el aparato" para que no siga "obstaculizando" la democracia. Una regeneración imprescindible para que sea creíble la que plantea para la sociedad en general.

De ahí que defienda una bicefalia que impida que el secretario general sea, a su vez, candidato a la Presidencia, reforzando el papel independiente del partido. También que el 40% de los integrantes de las ejecutivas o comités no ocupen cargos públicos. Además, se comprometió a resolver la situación del PSOE en La Palma y Tacoronte.

Tapias cree que la política desdibujada y tibia del PSOE respecto a las implacables tesis neoliberales, en el gobierno y en la oposición, ha sido clave en el declive electoral. Para revertirlo, y considera que es posible pese al ascenso de IU y Podemos, su catálogo lo tiene claro: el PSOE jamás debe pactar con el PP. Asimismo, plantea una banca pública fuerte (por medio del ICO, según matizó a EL DÍA) para garantizar que fluya el crédito para las empresas y autónomos.

También apuesta por desandar la reforma del artículo 135 de la Constitución, que pactó Zapatero con Rajoy ante la presión de Bruselas, Alemania y EEUU, para limitar el endeudamiento por ser "un claro error".

De sus propuestas, también sobresale la defensa convencida de lo público, de la negociación colectiva y de unas condiciones laborales dignas, sin obviar una fiscalidad justa "que equilibre las rentas del capital y las del trabajo" (evitando la existencia de paraísos financieros como las Sicav). Sobre el Estado, advirtió de que, o se apuesta por una sistema federal plurinacional, o se corre el riesgo también de que cinco siglos de historia de España acaben difuminándose.

También el desarrollo sostenible, que ligó a las prospecciones en Canarias; el reimpulso de la dependencia; la opción de decidir entre república o monarquía; aplicar la ley de memoria histórica; investigación y desarrollo, apoyo a la cultura y varias medidas que chocarían con su condición de católico practicante, pero que siempre ha defendido, como la total laicidad del Estado, la ruptura del acuerdo económico con el Vaticano o el aborto como derecho de la mujer.

Un verdadero giro a la izquierda que duda que representen los otros dos aspirantes a la secretaría y que, a su juicio, resulta irrenunciable si el PSOE quiere no solo vivir otros 135 años, sino, quizás, cinco, diez, veinte más.