El presidente de Canarias, Paulino Rivero, ha asegurado hoy que los permisos a Repsol para hacer las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a las islas son "un asunto político y no jurídico" y constituyen el problema más grave entre las instituciones canarias y las de la Administración central.

En un encuentro con la Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa (FIDE) ha explicado su visión sobre el asunto, que ha considerado "el punto más importante de las relaciones" entre ambas partes y del que ha alertado que crea "una especie de desafecto" con las autoridades peninsulares.

Rivero ha subrayado que es "lo que más rechazo causa en Canarias" y "va a seguir creciendo".

Ha agregado que, si las instituciones canarias se rinden, la sociedad civil aumentará "la contundencia" de su repulsa, por lo que "no hay que remitir el asunto a los tribunales", que también, sino encontrar una solución política.

Antes del encuentro y a preguntas de los periodistas, se ha referido a su reunión de hoy con los responsables de Sacyr, uno de los principales accionistas de Repsol.

Ha indicado que estaba dentro "de la hoja de ruta marcada" para parar temporalmente el expediente sobre las prospecciones y que incluye visitas con las autoridades estatales, contactos con los partidos políticos y la sociedad civil, y los accionistas mayoritarios de la petrolera.

Ha encontrado a la accionista, ha continuado, "con bastante buena disposición y deseando fervientemente que pueda haber acuerdo institucional", que es lo que "se demanda" desde las instituciones canarias.

Rivero ha insistido en que ha encontrado "receptividad", y ha destacado que en la empresa "estarían más cómodos si se produjera un acuerdo entre el Gobierno de España y las instituciones canarias".

Durante su exposición en FIDE, ha recordado que la posición del Gobierno canario es firme en contra de esas prospecciones, así como del resto de instituciones de las islas y de la sociedad, y que demanda al Ejecutivo central lealtad institucional en un asunto que "va creciendo" en la comunidad.

Rivero se ha referido también a la actitud "soberbia y prepotente" del Gobierno central, que ha tomado las decisiones sobre las prospecciones sin ningún tipo de diálogo, ni de contacto.

Sin mencionar al ministro de Industria, el canario José Manuel Soria, ha dicho que "difícilmente" otra persona hubiera podido cometer "más errores" en este proceso y ha aludido también a la falta de talante del Gobierno, que ha provocado con sus decisiones "tensiones territoriales, que se hubieran podido atenuar".

"No van por la buena línea -ha matizado- y no solo con Canarias".