El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, cree que la alimentación de los niños cuyas familias no pueden proporcionársela es una cuestión "tan grave que no admite medias tintas ni ambigüedades" y el Ejecutivo tiene la obligación de atenderlos, frente a actitudes hipócritas. Rivero recordó ayer en su blog que el Gobierno de Canarias puso en marcha el pasado martes, por segundo año consecutivo, el programa de inmersión lingüística con comedores de verano, a los que asistirán más de 6.000 alumnos de todas las islas. "Hay familias en una situación económica tan delicada que se ven impedidas para proporcionar una adecuada alimentación a los más pequeños" y "no podemos mirar a otro lado; no podemos dar la espalda a la realidad", dice el presidente canario.