El jefe del Ejecutivo regional, Paulino Rivero, se reunió ayer con la cúpula empresarial de la provincia tinerfeña bajo la premisa de que la recuperación económica todavía no llega al ciudadano común, por lo que descarta la posibilidad de una rebaja impositiva.

La agenda del encuentro incluyó, entre otros asuntos, la renovación del Régimen Económico y Fiscal, las medidas para impulsar la economía y el empleo, las prospecciones o la concertación social.

Este discurso no contradice el mensaje optimista que ha mantenido el Gobierno desde hace meses y que afirma que la situación va a mejor -algo que atribuye a sus políticas económicas-, pero sí es un matiz al poner el acento en la desigualdad del alcance de la recuperación en las Islas, argumento que le sirve para oponerse a la revisión fiscal "urgente" que piden los empresarios, tal y como planteó el jueves pasado el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, José Luis García.

Cabe recordar que el viceconsejero de Hacienda y Planificación, Jesús Velayos, afirmó el mes pasado que la comunidad hará frente al nuevo tope de deuda para 2015 (más restringido que el actual) sin subir los impuestos y, de hecho, dejó claro que el Ejecutivo era partidario de bajar la presión fiscal "si no hay menoscabo de los servicios públicos".

Pero Rivero señala ahora que el objetivo del Gobierno -que ya está elaborando las cuentas autonómicas de 2015- es garantizar la cohesión social a través de la prestación con "calidad" de los servicios esenciales -sanidad, educación y políticas sociales-. Así, afirmó, se asegura una sociedad "sin fracturas sociales", por lo que los recursos públicos son "irrenunciables".

La iniciativa parlamentaria que prepara el PP canario para septiembre a fin de aliviar la carga fiscal la circunscribió a una medida de cara a su propio electorado, descartando así el apoyo de los grupos de gobierno.

Sobre la reactivación, Rivero apuntó que solo se ve en las cifras macroeconómicas. "Preguntemos a las familias, a los autónomos o a nosotros mismos, a los que nos han bajado los sueldos", propuso. "No ha cambiado nada excepto las macrocifras, por lo que tenemos que seguir priorizando las políticas de bienestar".

Acerca de la concertación social, se comprometió a ordenar a Francisca Luengo, consejera de Empleo, que la convoque "de inmediato".