Preocupados. Así se encuentran los miembros de la Asociación para la Diabetes de Tenerife (ADT) por la inminente salida de vacaciones del único médico pediatra especializado en diabetes en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), hasta el punto de que han iniciado una campaña en Change.org con el objetivo de hacerle llegar a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias al menos 500 firmas solicitando la contratación urgente de un segundo especialista.

Según detalla el gerente de la ADT, Francisco Darias, se trata de una petición que se remonta a hace varios años, aunque en abril de este año se acercaron las posturas.

"La gerencia del HUC sostiene que por su parte no hay ningún inconveniente en contratar a un segundo especialista como tiene el Hospital de La Candelaria, pero que no tiene fondos para hacerlo, así que nos reunimos con la directoras del Servicio Canario de Salud y con la de Programas Asistenciales y nos dijeron que lo iban a valorar, sin que haya habido ninguna respuesta al respecto", narraba ayer Darias, que reconoce que para los padres "ya se echa el tiempo encima y o se contrata a alguien de inmediato o no habrá ningún especialista para los niños que tengan que ir a revisión o que entren por urgencias".

Y es que Darias asegura que alrededor de 200 niños con diabetes tienen y deben acudir a este hospital cada tres y cuatro meses para sus revisiones y controles periódicos y que cada año alrededor de veinte casos nuevos de niños con diabetes (debut) son atendidos por este centro.

"Los niños con diabetes que debe atender el HUC han aumentado mucho después de que este centro hospitalario asumió a los pacientes de la zona norte y el único pediatra que en la actualidad está capacitado para atender a estos menores tiene también entre sus obligaciones atender a otros niños con otras patologías", insiste Darias, que asegura que "hay especialistas en diabetes infantil que se han tenido que ir fuera de Tenerife por no conseguir empleo en la sanidad pública".

No obstante, el gerente de la ADT aclara que no significa que los niños que ingresen no son atendidos.

"Hay otros pediatras, pero no tienen una formación específica y, por lo tanto, cuando falta el que sí la tienen se limitan a seguir los protocolos y eso suele significar que un niño permanece mucho más tiempo ingresado de lo normal".