Asegura que no podía esperar más, que estaba muy débil, que los dolores eran cada vez más fuertes y que necesitaba que la viera un especialista cuanto antes y por eso fue en dos ocasiones a las Urgencias del Hospital Nuestra Señora de Canaria, pese a que tenía cita urgente con el especialista el 29 de agosto. Hoy Cirila Macrelia, tinerfeña de 77 años, sabe que la decisión que tomó es la correcta porque así se lo han hecho saber los propios facultativos, tras detectarle un tumor de varios centímetros en el recto y ordenar su extracción "inmediata".

Si las previsiones se cumplen, la próxima semana ingresará y acabará con la pesadilla que comenzó a principios de mayo cuando comenzó a tener diarrea de forma continua. Pronto empezó a aparecer sangre en las deposiciones y las indisposiciones se hicieron cada vez más persistentes y dolorosas hasta causarle hemorragias anales.

Su médico de cabecera solicitó entonces cita con un especialista digestivo del centro de salud doctor Rumeu de Armas (Tomé Cano) ese mismo mes con carácter preferente, pero viendo la tardanza (le comunicaron que la primera fecha disponible era para el 29 de septiembre) modificó el volante y lo cambió a urgente, obteniendo la primera cita el 29 de agosto.

Mientras tanto, la anciana, por recomendación de su hijo, fue a comienzos de junio hacerse una exploración al Hospital Quirón, donde le detectaron una lesión dura que diagnosticaron como "posible neoplasia de recto", aconsejándole que se realizara una colonoscopia "lo más rápido posible".

Sin embargo, ni Cirila Macrelia ni su hijo tenían medios económicos suficientes para sufragar esta prueba diagnóstica y no les quedaba otra que esperar a que los avisaran de la sanidad pública.

Viendo que no mejoraba con el tratamiento inicial que le indicó su médico de cabecera, diez días después acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), donde tampoco le realizaron la colonoscopia y simplemente le dijeron que se sometiera al control preferente por el digestólogo de zona, motivo por el que su hijo presentó una reclamación.

Sin embargo, los dolores eran cada vez más fuertes y el sangrado también, así que regresó a Urgencias de La Candelaria, donde en esta ocasión sí le realizaron todas las pruebas diagnósticas y le detectaron el tumor del que todavía no hay pronóstico y una preocupante anemia a causa de las hemorragias.

Ayer su hijo, preocupado por la operación aunque contento de que vaya a realizarse de inmediato, aseguraba que si hubieran esperado a tener la cita urgente que se les había dado es probable que Cirila "no lo hubiese contado".

"Que alguien me aclare cómo una cita urgente puede darse para cerca de tres meses después", se quejaba ayer.