La posibilidad de que surja un tercer (o cuarto o quinto) candidato -que podría ser una mujer, tal y como apostilla una de las veteranas del partido- que dispute la candidatura socialista a la Presidencia del Archipiélago en las primarias de otoño lleva tiempo gestándose, pero no acaba de concretarse. ¿Por qué? Motivos hay varios y explicaciones, más.

Las diferentes sensibilidades dentro del PSOE dan diagnósticos distintos, pero en algo coinciden: mientras más tarde en deshojarse la margarita de una alternativa a la del actual secretario general, José Miguel Pérez, y la del secretario de Política Municipal, Gustavo Matos, más posibilidades hay de que al final no llegue a materializarse. Y si llegara a salir adelante, con el tiempo perdería terreno para conseguir un buen resultado.

Las divergencias comienzan por lo básico: cuán serio es el asunto. El núcleo duro de la ejecutiva regional es de los que menos importancia le prestan. "Es puro humo, no hay terceras vías como no hay segundas vías ni nada", zanja cortante uno de sus miembros. "Es solo ruido".

De forma paradójica, quienes apuestan por Matos están de acuerdo, pero difieren en el diagnóstico. Están convencidos de que, ahora mismo, se trata solo de una "cortina de humo" impulsada desde el oficialismo para intentar parar la candidatura de Matos, lo que descartan que vaya a ocurrir. "Sería sano que salieran más contendientes", añaden. Pero desde la cúpula del partido creen que el planteamiento de este sector es solo "bulla" que responde a intereses "particulares".

En cambio, la parte más a la izquierda del PSOE piensa que la tercera vía es una opción real y "necesaria" porque no les convencen Pérez ni Matos al 100%, pero encuentra un problema: no ve quien encarne el giro a los "fundamentos" del partido que demandan las bases, alguien sin atisbo de ambigüedad sobre su identificación con la izquierda. "La calle reconoce la labor del socialismo en protección social, pero no en política económica, que es lo más importante ahora", alegan.

Cuestionan que Matos pueda conectar con esa parte del electorado (a lo que sus defensores replican, entre otras cosas, que se trata del único cargo público en España que ha pedido inspeccionar bancos) y critican la dificultad de Pérez para "vender" los logros progresistas del PSOE (a lo que los suyos responden que su gestión le avala y explica el prestigio del que goza incluso en la federal).

Los que simpatizan con el oficialismo -sin estar en la ejecutiva- se dividen entre quienes creen que una candidatura alternativa es algo real, pero que no saldrá adelante ("nadie va aceptar ese ofrecimiento porque está condenado a perder") y quien da por seguro que sí se concretará ("van a ser tres candidatos como mínimo"). Los primeros descartan a Pedro Martín (afirman que es de los que vería con buenos ojos pactar con el PP, "las antípodas del ser de izquierda") y aseguran que ya ha hubo otro alcalde del sur de Tenerife que habría rechazado el ofrecimiento a encabezar esta opción. Es más, están convencidos de que el tercer intento -en curso ahora mismo- también acabará "muy pronto" será fallido.

La situación planteada favorece a los dos que ya están en boca de todos porque aumenta su proyección. En el caso de Pérez, aprovecha el tiempo para recordar a militantes y simpatizantes que la parte socialista del Gobierno ha frenado en las Islas la aplicación de la Ley de Educación del ministro José Ignacio Wert -entre otras cosas-, mientras que Matos sigue "pateando" cada agrupación local del Archipiélago y participando en cada acto de partido al que puede llevar su mensaje de renovación.