La sanidad pública canaria no tiene un Plan de Salud desde 2008, cuando caducó el segundo, pese a que la consejera, Brígida Mendoza, anunció ante los medios de comunicación a finales del año pasado que el borrador (iniciado en 2009) ya se había culminado y que se aprobaría de inmediato.

Diez meses después del anuncio nada nuevo se ha sabido, salvo las presentaciones que Mendoza ha realizado en las diferentes islas a los profesionales sanitarios.

La Consejería no aclara a qué se debe este retraso ni si tiene previsto aprobarlo antes de que acabe la legislatura y, desde la oposición, el Partido Popular recuerda que ya se ha terminado el periodo de sesiones del Parlamento de Canarias hasta septiembre y que si no se agiliza su aprobación volverá a quedar un año en blanco.

Cabe recordar que, según palabras de la propia Mendoza en agosto del año pasado, el Plan de Salud "es un instrumento de vital importancia para la organización y definición de las prioridades sanitarias".

Y es que, entre otras cuestiones, establece mecanismo para la evitar la saturación de pacientes en la atención especializada, mejorando la gestión referente a las necesidades de los pacientes crónicos, "que son los que consumen más recursos de consulta, necesitan más de los médicos, de la enfermería... y, así, que la atención especializada se centre en lo que tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer", explicó Mendoza en su momento. Además, el texto prevé también cuestiones fundamentales, como las líneas presupuestarias destinadas a la prevención de enfermedades y a la promoción de una vida saludable.

Por todo esto, para la exconsejera de Sanidad y actual diputada del PP en el Parlamento autonómico Mercedes Roldós, el retraso si cabe es más "inexplicable", si se tiene en cuenta que "el documento anunciado a finales de 2013 es el mismo que se elaboró en 2010".

De hecho, Mendoza tampoco ha mejorado el documento en los aspectos que el Consejo Económico y Social (CES) de Canarias ya se refirió en 2010, cuando apuntó la necesidad de que la estrategia normativa fuera acompañada de una ficha financiera, y ahora deberá volver a presentarlo en el CES para proceder a su aprobación definitiva.

"En mayo del año pasado presenté una interpelación sobre este asunto y al pleno siguiente se aprobó una moción por unanimidad en la que se acordaban, entre otras cuestiones, que el Plan de Salud se remitiría al Parlamento antes de que acabar el periodo de sesiones, es decir, antes del mes de julio de aquel año. Nada se ha hecho desde entonces y, por supuesto, no se llevó al Parlamento", explica Roldós.

A juicio de la diputada "popular", la gravedad de este retraso está en que "mientras no se apruebe significa que no hay ningún tipo de planificación de toda la sanidad ni ninguna directriz sobre cuáles son las acciones a llevar a cabo ni cuáles las prioridades. Es un reflejo perfecto del modo de trabajar de este gobierno y sobre todo de esta consejera".