Turcón-Ecologistas en Acción ha denunciado ante el Juzgado de Instrucción y la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas el desvío, apropiación y entubado de las aguas del barranco de La Mina, en el término municipal de San Mateo, por parte de la Heredad de Aguas Las Palmas y Dragonal, Bucio y Briviesca.

A través de una nota, los ecologistas han explicado que el 26 de julio de 1505 los Reyes Católicos firmaron la Real Cédula que autorizó el trasvase de las aguas del naciente de la Mina, en la cuenca de Tejeda, a la de Las Lagunetas para llevarlas a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, lo que supuso la perforación de un túnel de más de 300 metros que hacía llegar sus aguas a la capital por el cauce del Guiniguada.

En la década de los noventa, añade el colectivo, la Heredad de Aguas Las Palmas y Dragonal, Bucio y Briviesca presentaron solicitud a la entonces Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias para el aprovechamiento de los excedentes del agua del barranco de La Mina mediante la instalación de una tubería hasta la presa de Siberia.

Según Turcón, desde el momento en que se instaló esta tubería y se realizó la obra de desvío, los problemas en el barranco comenzaron de forma exponencial, ya que bajó el caudal a mínimos y en algunos casos dejó de circular agua libremente, pues la Heredad procedía a taponar parte del cauce para que las aguas apaciguadas en la obra al aumentar el nivel pasaran a la tubería.

Los ecologistas indican, además, que hace un año las aguas que salían a la altura del molino (300 metros por debajo de la galería o túnel) bajaron de volumen de manera considerable debido a la colocación de una tubería un año antes, comenzando las obras desde la parte baja del barranco y llegando directamente a La Mina, lo que explicaba esa bajada del caudal.

Asimismo, aclaran que en la presentación del Estudio de Impacto Ambiental que generó el expediente de instalación de la tubería en el barranco se reconocía la afección de la gran cantidad de flora y fauna e invertebrados por motivo de entubarse las aguas, es por ello que Turcón aprovechó dicho estudio para exponer las afecciones que viene sufriendo el barranco.

En la demanda afirman también que los actos de la Heredad son contrarios a derecho, afectando de forma grave a los valores naturales del barranco, tal y como se expone en el Estudio de Impacto Ambiental.

Los ecologistas consideran todas estas actuaciones como muy graves y entienden que las mismas son constitutivas de delito ambiental, de ahí la presentación de la demanda. A su vez, solicitan que se hagan las averiguaciones pertinentes sobre las actividades y acciones e infraestructuras fraudulentas instaladas en aras de modificar el discurrir de las aguas por el barranco.