En 1976 se registró el primer caso de ébola en el continente africano. Casi cuatro décadas después esta enfermedad hemorrágica no para de contabilizar muertes y la cifra del último brote supera ya las 1400 según la OMS. Un virus que se resiste a ser controlado debido a los pocos recursos y a la falta de personal cualificado para tratarlo que existe actualmente en África. Sierra Leona es uno de los países más afectados en la zona y es allí hasta donde se ha desplazado Pino González, presidenta de la ONG Médicos del Mundo en Canarias. Con su labor desinteresada trata de contribuir en proyectos de cooperación para mejorar el servicio de salud. Sin embargo, asegura que “pese al esfuerzo que hacen por controlar la situación, solos no pueden y es necesario un verdadero compromiso por parte de la comunidad internacional”.

Pino González describe la situación en Sierra Leona como grave y se pregunta a qué espera la comunidad internacional para reaccionar. Desde finales de mayo hasta la actualidad en la zona “han enfermado más de 800 personas y han fallecido más de 300, entre los que cuales hay unos 30 profesionales sanitarios”. Todo ello en un lugar que solo dispone de los más básico en cuanto a medidas de prevención. “Nosotros usamos agua y cloro para lavarnos las manos a la entrada y salida de los distintos sitios por los que pasamos y las suelas de los zapatos al volver a nuestra base”. Un riesgo que tratan de minimizar al máximo al no entrar en contacto directo con pacientes, pero que corren para poder desempeñar un trabajo que se basa en apoyar técnicamente e informar a la población de cómo se transmite la enfermedad y cómo puede prevenirla.

Aunque ha estado en emergencias por terremotos, inundaciones, hambrunas e incluso guerras, González nunca había vivido algo como el ébola. El distrito donde desarrolla su labor es el único del país donde aún no ha habido un caso confirmado, aunque no considera que sea suficiente. La magnitud de la epidemia sobrepasa con creces los registros de brotes anteriores y la diferencia más importante radica en que en las ocasiones pretéritas se lograron controlar en unos 2 meses. Además, en 2014 ha proliferado por más países que nunca en el continente africano. Un aspecto en el que González se muestra tajante al señalar que “esté afectando en este momento sobre todo a personas de países empobrecidos no debe restarle importancia a la gravísima situación que aquí estamos viviendo”.

La proximidad de Canarias a África y la rápida extensión del virus por diferentes países han despertado el interés de los canarios en el ébola. La presidenta de Médicos del Mundo en las Islas asegura que “el movimiento de personas es continuo y no podemos predecir qué lugares del planeta alcanzará la enfermedad”. Aun así, considera que no debe ser ella quien clasifique al Archipiélago como una región vulnerable. Sin embargo, Pino González cree que el miedo que “están manifestándose en Occidente a que les afecte directamente deberían transformarlo en actuación aquí y ahora, donde la epidemia está dañando en este momento. Se trata de un problema de salud pública de talla mundial y de todos”.