Los dirigentes de CC de lado y lado -los que apoyan que el líder del partido, Paulino Rivero, opte por tercera vez a la Presidencia, y los que prefieren que ahora se presente el secretario general de Tenerife, Fernando Clavijo- insisten en que "no hay ni habrá" una división en la organización a cuenta del proceso, pero es evidente que llevan las cuentas al detalle de las actuaciones que se producen en el bando opuesto con muy pocas ganas de perdonarlas. La última batalla se libró ayer en la Comisión Ejecutiva Nacional, donde el oficialismo impuso su tesis de que voten en la elección al candidato los cuatro miembros del PNC, pero no las secretarías ejecutivas del Comité Político Nacional (CPN), lo que favorece a Rivero y pone en desventaja a Clavijo.

El resultado -muy ajustado; 14 votos a favor, 13 en contra y dos abstenciones- resuelve la cuestión planteada en julio por CC de Gran Canaria. "Las secretarías ejecutivas no votan en la permanente ni en la ejecutiva, pero los estatutos nada dicen del CPN", sostienen. "Son cargos con identidad cuya autoridad es indiscutible".

Los que apoyan a Rivero, en cambio, opinan lo contrario. "Por reglamento solo tienen voz, pero no voto".

Por ello, la decisión de ayer fue una "movida política" para CC de Gran Canaria. La Isla evidenció su división en la votación de su último Consejo Político Insular, en la que la opción de Rivero -que daba por descontado su triunfo- apenas sacó seis votos más que la de Clavijo (46 contra 40).

Contra la postura de incluir en la votación del CPN del próximo viernes a las secretarías generales, los partidarios de Clavijo habían esgrimido sus "dudas" sobre la posibilidad de que voten los cuatro miembros del PNC -aunque de forma oficial no han respaldado a ninguno, se da por descontado que sus votos irán, en bloque, a Rivero-. "Existe una duda sobre esto, pero los de Rivero no quieren dirimir el asunto en el CPN, que es su foro natural, porque la correlación de fuerzas es otra", arremeten desde el otro lado.

Los partidarios del actual presidente del Gobierno rechazan la acusación de "movida política" y alegan que "el reglamento está clarísimo", por lo que no cabía otra interpretación que la decisión adoptada, lo que, en todo caso, no evitó que el debate subiera de temperatura.

Fuentes del partido aseguran que los nacionalistas de El Hierro (AHI), que están en la misma situación estatutaria del PNC, llegaron a advertir en ese punto de que si se seguía insistiendo en el veto, serían ellos los que se plantearían dejar CC.