El inicio de curso ha comenzado con la reedición de una polémica que ya dura unos años, la que enfrenta a las asociaciones de padres de alumnos con las de libreros, que acusan a las primeras de "competencia desleal". Eusebio Dorta, presidente de la federación que agrupa a estos colectivos de familias en Tenerife (Fitapa), defiende que las Ampas están legitimadas para adquirir los libros de texto al precio más ventajoso posible directamente de las editoriales para luego venderlos a sus asociados, y solo a ellos, por el mismo coste.

"Ninguna de las 469 asociaciones de padres se ha dado de alta como librería (una acusación lanzada el martes en Radio El Día por Remedios Sosa, presidenta de los libreros de la provincia) porque no hace falta. Toda asociación tiene como fin principal el beneficio de sus asociados, y eso es lo que hacen las Ampas con la venta de los libros", alegó Dorta.

La clave, según el dirigente de las asociaciones de familias, es que en la transacción no se produzca lucro y que la venta se realice exclusivamente a sus asociados. En este sentido, se remite a un estudio jurídico promovido por la federación de Ampas Gabriel Miró, de la provincia de Alicante, que, a su juicio, ofrece un respaldo legal a la actuación de las asociaciones.

Por su parte, la representante de los libreros había alertado de la delicada situación por la que atraviesa el gremio y que, en su opinión, estas prácticas contribuyen a agravar. "Es posible que muchas librerías tengan que cerrar", indicó Remedios Sosa, quien apuntó también que "se están vendiendo libros en los centros aunque no se pueda hacer".

Según la presidenta de la asociación provincial, las Ampas se están dando de alta como librerías. "Esto es competencia desleal, porque para que un comercio esté abierto debe contratar trabajadores, pagar seguridad social, emitir facturas y vender en las condiciones del mercado y declarar a Hacienda. No se hace y es un fraude que perjudica a todos", se quejó Sosa.

Las editoriales tampoco se libran de las críticas de los libreros. "Surten directamente a los colegios y dan prioridad a los centros y las Ampas", dijo. Este comportamiento, prosiguió, es imitado por otras editoriales con el resultado de que "los libros terminan eligiéndose por su precio y no por su calidad", advirtió Sosa.

Los directores denuncian falta de información

La Plataforma de Directores de Infantil y Primaria de Canarias arremetió ayer contra la directora general de Ordenación Educativa, Georgina Molina, por animar a los consejos escolares a no renovar los libros de texto cuando ya muchos centros han decidido hacerlo, entre otras cosas porque "el alumnado lleva cinco cursos con los mismos libros y están totalmente deteriorados". Según la directora de la organización, Susana Lérida, la Consejería no ha facilitado información sobre el cambio de los manuales. Lérida recordó que las instrucciones para el presente curso son aún un borrador y que la orden publicada en octubre de 2013 establece que los centros deben publicar en junio la lista de libros. "Se ponen en tela de juicio las decisiones de los claustros y se nos deja como derrochadores", afirmó.