Alrededor de 400.000 canarios presentan al menos una enfermedad crónica, como diabetes, cardiopatía isquémica o enfermedad renal crónica. Si se consideran los factores de riesgo cardiovascular como la HTA, la dislipemia o se asocia el tabaco, la cifra aumenta hasta las 750.000 y esto conlleva un creciente consumo de recursos del sistema sanitario.

Estos datos fueron ofrecidos ayer por la consejera de Sanidad del Gobierno regional, Brígida Mendoza, durante su intervención en una jornada organizada por el Servicio Canario de Salud con la colaboración de Novartis.

Mendoza explicó que estas cifras suponen que "el abordaje de los pacientes con patologías crónicas y sobre todo, aquellos que presentan varias patologías, esté provocando un cambio en las políticas sanitarias con el fin de dar una mejor y más eficiente respuesta a esta parte de la población". A su juicio, esto obliga a "una transformación que ayude a maximizar los resultados en salud y sea compatible con la sostenibilidad del Sistema". "Es un reto para la sanidad presente y futura", concluyó la consejera.