La Universidad de La Laguna (ULL) ha iniciado el proceso para cubrir sus necesidades en materia de profesorado para este curso. La institución publicó ayer cuatro convocatorias para proveer un total de 48 plazas que espera resolver en el plazo de un mes.

La escasa viabilidad de convocar plazas de funcionario -consecuencia de las restricciones impuestas por el Gobierno central a las ofertas de empleo público- han obligado a la ULL a cubrir las vacantes que se generan mediante contrataciones. En esta ocasión, la institución prevé incorporar nueve ayudantes doctores -la figura con mayor estabilidad dentro de este tipo de contrataciones- y 38 profesores asociados -21 de ellos para titulaciones de Ciencias de la Salud-, además de un interino con el que sustituir una baja temporal.

Los interesados tienen desde hoy y hasta el próximo miércoles para presentar sus solicitudes al departamento de Recursos Humanos, que emitirá un listado provisional de admitidos al proceso. A continuación, los departamentos reunirán sus comisiones de baremación y enviarán sus propuestas de resolución al Vicerrectorado de Profesorado, que las analizará. Una vez resuelto el proceso, los candidatos seleccionados dispondrán de diez días para firmar sus contratos.

La convocatoria se ha efectuado por el procedimiento de urgencia y se ha centrado de una forma especial en el área de Ciencias de la Salud, que presenta, según fuentes de la institución académica, importantes déficits de docencia y a la que se destinan 21 profesores asociados asistenciales, es decir, que dividen su tiempo entre la enseñanza y la atención sanitaria.

La llegada de estos trabajadores contribuirá a paliar en alguna medida el vacío que se ha originado en la ULL tras las jubilaciones y retiros del pasado curso y que se suma al de años anteriores, puesto que la limitación del 10% de las vacantes con personal funcionario está en vigor desde 2012.

Cuarenta y un profesores abandonaron la Universidad en el curso 2013-2014. Diecinueve de ellos lo hicieron por jubilación forzosa, 14 por jubilación voluntaria y uno por retiro anticipado. Además, seis profesionales dejaron sus plazas por invalidez o incapacidad permanente, mientras que un docente más falleció.

La forma en que se han producido las contrataciones ha generado las críticas del sindicato Comisiones Obreras, que, aunque comprende las dificultades que entraña dotar las plantillas con personal estable, ha sugerido potenciar la figura del ayudante doctor, con contratos de cuatro años y, en principio, mayor perfil investigador. Sin embargo, la ULL ha desechado convocar 23 plazas de este tipo, como solicitaba la organización sindical, a causa del alto coste -un millón de euros anuales más, según el rector- que suponía.