La urticaria es una de las patologías más frecuentes en el mundo, hasta el punto de que no existen datos precisos sobre cuántas personas la padecen o la han padecido, debido a su enorme prevalencia. En Canarias, la cifra más aproximada la ofreció ayer el jefe de Alergología del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, el doctor José Carlos García Robaina, al informar de que esta enfermedad centra el 30% de las consultas que atiende habitualmente, si bien destacó la necesidad de "llamar la atención sobre este tema para acabar con la idea de que no es una enfermedad importante".

Y es que esta afección de la piel va más allá de picores y ronchas, puesto que causa un padecimiento tal en los pacientes que su salud mental acaba resintiéndose y se producen episodios de depresión, ansiedad y estrés.

"Es cierto que es una patología benigna, pero no es menor, porque en lo que casi nunca se piensa es en el enfermo y en lo que sufre y cuando se hacen estudios comparativos entre enfermedades nos llevamos la sorpresa de que la repercusión de la calidad de vida de esta enfermedad es mucho más elevada que otras mucho más graves por cómo condiciona al enfermo", detalla el doctor.

Los enfermos perciben una merma en su calidad de vida porque, según detalla el experto, "nunca saben cuándo van a tener un brote, entre otras cosas porque la mitad de los caso no tienen una causa definida, y viven con preocupación y temor".

No obstante, se ha comprobado que los medicamentos, la temperatura y el clima, el sol, algunos alimento y otras patologías como el estrés, las enfermedades tiroideas o la artritis reumatoide son factores que pueden desencadenar estos brotes caracterizados por un intenso y desagradable picor.

Bajo el lema "Ponte en mi piel", la Asociación de Afectados de Urticaria Crónica (AAUC) quiere concienciar a la población del grave impacto en la calidad de vida de quienes la padecen.

"Nuestra calidad de vida se ve deteriorada en muchos sentidos. Se trata de una enfermedad que no te deja ser normal", explicaba ayer la presidenta, Meritxell Cortada, antes de añadir que "por ejemplo, hay noches en las que el picor y el malestar no dejan dormir o hay que tener mucho cuidado con el contacto físico, desde qué zapatos te compras al roce de una etiqueta, pasando por el contacto íntimo".

Entre el 1 y el 2% de la población sufre urticaria crónica y entre el 10 y el 20% ha padecido, en algún momento de su vida, un cuadro agudo de urticaria.

Cortada insiste en que la calidad de vida se ve afectada en diferentes aspectos como el descanso, el estado de ánimo o el ámbito social, puesto que el 73% de los afectados cancela su participación en actos sociales, más del 70% se siente limitado en sus relaciones sexuales; o uno de cada cuatro no puede asistir al trabajo al menos una vez al mes.

Y es que una encuesta realizada por la AAUC revela que los pacientes sienten su vida diaria afectada de igual manera que las personas que han sufrido importantes intervenciones quirúrgicas, como por ejemplo un doble by pass aorto-coronario, ya que opinan y consideran que no pueden hacer una vida normal.