La historia de Loli, la vecina del Puerto de la Cruz de 71 años que fallecía este martes en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) después de pasar tres días en un pasillo de urgencias con la cadera rota, sigue sacando a la luz las deficiencias en la organización de la atención clínica, puesto que ayer mismo la máxima responsable del Servicio Canario de Salud (SCS), Juana María Reyes, confirmaba que durante el fin de semana sí que hubo camas libres, pero que se destinaron a otros pacientes que habían llegado antes a urgencias.

"Cuando salió la noticia se investigó a ver lo que había sucedido y se vio que sí que se produjeron altas hospitalarias y que, por lo tanto, hubo camas libres, pero se fueron ingresando por la antigüedad del paciente y esta paciente se quedó en Urgencias, pese a su gravedad", manifestó ayer Reyes al tiempo que comunicaba que había dado la orden para que este criterio se modificara.

"El protocolo de ingreso lo ha de marcar la gravedad o la necesidad de una intervención quirúrgica, pero puede ser que por algún motivo especial se determinara en ese momento que fuera por el orden de llegada a Urgencias, pero esto no puede volver a ocurrir y hay que cambiar el criterio y resaltar que han de ingresarse prioritariamente los pacientes que están en peor situación clínica", añadió.

La directora del SCS añadió que ya había hablado con el gerente del HUC, Ignacio López Puech, para que se revisen los criterios de ingreso de los pacientes que están en Urgencias y aclarar que la gravedad es la prioridad.

"No se puede plantear como único criterio la antigüedad, considerada esta como el tiempo transcurrido desde la hora de llegada, sino que se tiene que ver a pacientes como fue este caso que están en una situación especial de cuidados y que incluso puede ser terminal para que se facilite el ingreso en planta y se ubiquen en áreas diferenciadas para solucionar el problema en las horas o días que estén ingresados.

Para los sindicatos del HUC lo sucedido es "lamentable" y apuntan directamente a la mala gestión del centro. Así, el secretario provincial del sindicato de enfermería Satse, Leopoldo Cejas-Fuentes, considera que "hechos como este demuestran las carencias organizativas existentes en el sistema sanitario. La necesidad de camas disponibles para poder derivar pacientes que requieran un grado menor de atención sanitaria sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra comunidad. En el caso concreto del norte de Tenerife, hace menos de 6 meses que se inauguró un hospital que no cuenta con camas de ingreso hospitalario. Si la saturación de los hospitales sigue como hasta ahora, lamentablemente, hechos como este podrían volver a ocurrir".

Por su parte, desde el Sindicato Médico Cesm, su portavoz Levy Cabrera puso en duda las palabras de Reyes advirtiendo de que "el criterio de gravedad es el que, hasta donde sabemos, ha primado siempre en los ingresos y ese es uno de los motivos por los que cuando se va a urgencias con una dolencia poco grave se tiene que esperar tanto, porque se priorizan otros casos. No obstante, para Cabrera "es impresentable lo sucedido".

Finalmente, desde Intersindical Canaria, Catalina Darias dijo no salir de su asombro por las declaraciones de la directora del SCS.

"Cualquier sanitario, y los de urgencias más, saben que la gravedad del paciente es la que marca la intervención y los traslados y no el tiempo de llegada, es lo que se ha venido haciendo siempre porque es lógico", declaró antes de calificar como "lamentable" lo sucedido con Loli.