La publicación de una información en este periódico acerca de los problemas que las nuevas agujas adquiridas por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias estaban causando a los enfermos de diabetes ha propiciado la revisión del concurso y que el Servicio Canario de Salud (SCS) esté dispuesto a revocarlo. Así, la propia directora del SCS, Juana María Reyes, junto con la directora de Programas Asistenciales, Antonia María Pérez, convocaron de urgencia una reunión con la Asociación para la Diabetes de Tenerife (ADT) y la Federación de Asociaciones de Diabetes de Canarias (Fadican) para conocer de primera mano las supuestas deficiencias y tomar medidas.

El presidente de Fadican, Julián González, incluso llevó a la reunión las antiguas agujas y las nuevas a los dirigentes del SCS para que vieran las diferencias de calidad entre unas y otras.

"Desde nuestro punto de vista, y según determinan los pliegos de condiciones tanto del concurso de Tenerife como del de Gran Canaria, las agujas de B. Braun no tenían que haber pasado el corte evaluativo y así se lo hicimos saber a la dirección del SCS y se lo demostramos gráficamente", explicaba ayer Julián González que manifestó su "satisfacción" por el "buen clima de entendimiento" que existe con la Consejería en este punto.

"Nos han dicho que si las cosas son como se las estamos haciendo ver están dispuestos a suspender el concurso. Para eso han creado una comisión reevaluadora para determinar si pudo haber alguna incidencia en la evaluación inicial, algo que no se tuviera en cuenta y subsanarlo. Para ello estamos aportando todos los datos técnicos que nos han mandado otras comunidades, porque este es un asunto que también se está dando en Valencia, Cataluña, Galicia y más sitios, donde quieren rescindir el contrato".

Cabe recordar que la Consejería adjudicó el concurso a B. Braun Medical como suministrador de agujas para el bolígrafo de insulina en julio por un importe total de 241.844 euros, 99.889,4 euros menos respecto al últimos contrato.

Sin embargo, ahora Sanidad asegura que si tomó esta decisión fue porque consideraba que no existían diferencias de calidad entre unas agujas y otras y entre dos de similares optó por la más barata, pero si se demuestra que sí hay deficiencias está dispuesta a revocarlo y volver a las agujas "de toda la vida" fabricadas en Alemania.

Pinchazos con sangrado, hematomas e hinchazón

Desde la Asociación para la Diabetes de Tenerife (ADT) advirtieron incluso antes de que finalizase el concurso de adjudicación de las agujas para bolígrafos de insulina de que las de la marca B. Braun eran de peor calidad y que habían generado problemas en otras comunidades autónomas. Una vez que el concurso finalizó y lo ganó esta compañía, la ADT comenzó a recoger y a enviar las quejas de los usuarios a la Gerencia de Salud.

Y es que según detallan, las nuevas agujas causan mucho más dolor que las que se venían utilizando hasta ahora y, además, se multiplica la posibilidad de que se produzca un hematoma e incluso abscesos.

La rosca no se traba adecuadamente y hay riesgo de que la dosis de insulina acaba derramándose.

La aguja es muy endeble y se puede partir con facilidad, lo que resulta peligroso y, por si fuera poco, muchas vienen sin una caperuza de seguridad en la base. Asimismo, con frecuencia producen sangrado, algo muy extraño para este tipo de agujas tan finas y también hinchazón.