La CEOE de Tenerife informó ayer de que si bien en el año 2007 en Canarias habían registrados 108.800 parados, de los que el 25% eran considerados parados de larga duración, a finales de 2013, después del impacto de la crisis, este dato ascendió al 64%.

Según la organización de empresarios de Canarias, "si los datos del paro son preocupantes, más preocupante es, si cabe, que más de la mitad de los desempleados sean parados de larga duración, dado que los riesgos potenciales que acompañan a esta situación son numerosos, y en general todos ellos derivan en el deterioro de la cohesión social. No podemos olvidar que entre los problemas generados por esta situación, uno de ellos es la pérdida de habilidades laborales, que está causando por lo tanto un deterioro del capital humano en España que como vemos se acentúa en Canarias".

Por ello, la CEOE considera "fundamental" promover mediante políticas adecuadas, "la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes que faciliten la movilidad laboral".

Y es que desde 2007 el número de parados se ha triplicado, tanto en el Estado como en Canarias, aunque cabe resaltar que el aumento en las Islas es ligeramente superior al del Estado. De este 60,7% de parados de larga duración, en el caso del Estado, el 35,9% son mayores de 45 años.

"Nos encontramos con que el problema se concentra, además, en los grupos de edad más avanzada, que son personas, en su mayoría, con familia a su cargo y en edades de escolarización", recogen las conclusiones de los empresarios que ven en la falta de formación una de las claves.

La Fedea aboga por más formación para reducir la falta de capacitación profesional

Según el informe realizado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) "Los parados de larga duración en España en la crisis actual", en el que se realiza un análisis empírico pormenorizado sobre este colectivo, en el caso de los menores de 25 años parados de larga duración, su principal dificultad para acceder al mercado laboral se debe a su falta de capacitación profesional, por lo que sería recomendable que retornaran a la educación y/o formación, en alguna de sus modalidades

Más castigado es el colectivo de mayores de 45 años, tal y como muestran los datos. Sus principales dificultades, además de su también escasa formación, es que se trata de un colectivo depreciado por su edad y a su permanencia en el desempleo, cuando la oferta de mano de obra es amplia. Con este colectivo es necesario acometer medidas de formación y de recolocación, así como de recualificación profesional.

La tendencia alcista de los parados de larga duración hace necesario plantearse que las medidas y políticas activas de empleo desarrolladas en estos años no han sido efectivas y no han sabido dar respuesta a un nuevo escenario lejos de la bonanza y de los altos salarios en ocupaciones sectoriales no cualificadas de años atrás.

Y es que, con independencia que una situación como la actual en que la demanda es débil y por tanto se produce un gran ajuste en la mano de obra, el paro de larga duración suele venir también acompañado de causas estructurales que lo provocan o lo fomentan. Según el informe de Fedea, estas causas pueden estar relacionadas con el individuo o con el comportamiento de las empresas como los desajustes entre las competencias y habilidades de los individuos y las que demanda el mercado de trabajo. En este sentido, el sistema educativo parece ser que tampoco está en línea con las demandas del mercado, ello incluso con independencia del nivel educativo del que se trate, en los que los individuos pueden necesitar de unas habilidades que no le han sido fomentadas.