A seis meses de las elecciones de mayo y a un año de las generales. Ocho meses después de la creación del partido, cinco desde que diese la "campanada" en las elecciones europeas y pasados varios días de su congreso fundacional. En esas singulares coordenadas político-temporales, y pese a que era un secreto a voces, los resultados del barómetro del CIS de octubre -Podemos es la primera formación en intención de voto directo y tercera en estimativo- se convirtieron ayer en el tema estrella del día.

Pese al diferente grado de preocupación -más o menos disimulada-, sorpresa y alegría, la mayoría de los partidos con implantación en Canarias convergían en un planteamiento: la necesidad de recuperar la confianza de los ciudadanos. Una de las voces que se expresó en ese sentido fue el secretario general de Coalición Canaria, José Miguel Barragán, que mantenía que hay que reforzarse e intentar que los ciudadanos vuelvan a confiar en la política. A su juicio, es "evidente" el "cabreo" con el sistema tradicional que está sabiendo recoger este nuevo partido.

Una de las claves que parecen haber marcado la encuesta publicada este miércoles ha sido la corrupción y, en particular, el "octubre black". En ese vértice se detuvo el diputado socialista Manuel Marcos Pérez, que entiende que hay un sentimiento general de "hartazgo" con esta problemática; de ahí que los ciudadanos crean en una nueva fuerza política. Ante eso, abogó por actuar con "contundencia" y "sin miramientos" ante la corrupción, así como por reflexionar para evitar el "desapego".

"Está claro que es un partido que está recogiendo el descontento de la ciudadanía", comentaba Australia Navarro (PP), que también resaltó que una encuesta es una "foto fija" de un momento concreto. Su receta para recuperar la confianza ciudadana: trabajo y "tolerancia cero" con la corrupción. Agregó que el Partido Popular sigue siendo el más votado, e hizo énfasis en que el Gobierno del Estado ha tenido que tomar medidas "muy impopulares" pensando en el interés general y la salida de la crisis.

Al término de la comisión parlamentaria de Obras Públicas, Román Rodríguez, de Nueva Canarias, calificaba los datos de "buena noticia" para la democracia, al tiempo que destacaba que se trata de una oportunidad para cambiar las cosas. "Es una respuesta de la ciudadanía proporcionada y acorde al daño realizado por parte de la política dominante", planteó un diputado que también hizo hincapié en los casos de corrupción y la crisis.

Por el CCN, Ignacio González se manifestó sin ambages: "Si la alternativa es Podemos sería salir de Guatemala para meternos en Guatepeor". En su opinión, la mayoría de los españoles y canarios no están de acuerdo en que esta fuerza sea la primera en España, si bien reconoció que hay motivos "más que suficientes" para estar "muy cabreados" con los políticos y empresarios por su actuaciones en el pasado. "Eso ha ocasionado desapego y una generalización de estos comportamientos que no es justa", apostilló.

Más próximo en ideología a Podemos, Roberto Rodríguez, portavoz para asuntos canarios de Sí se Puede, cree que del barómetro se desprende que el partido liderado por Pablo Iglesias "ilusiona, atrae y parece capaz de gestionar la cosa pública con honestidad, claridad y transparencia". ¿Por qué se dan estos datos? Según Rodríguez, hay un desgaste del Partido Popular y una convulsa situación política, influye la corrupción latente y el PSOE permanece en una horquilla que muestra su "deterioro" al no compensar sus pérdidas anteriores.

Desde Izquierda Unida, otra de las formaciones de la denominada "izquierda a la izquierda del PSOE", su portavoz en Tenerife, Ramón Trujillo, se refirió a que el partido de Iglesias vive un proceso emergente y que ha llevado al hundimiento del bipartidismo. Que IU se haya visto salpicada por el escándalo de las "tarjetas black" explica la "factura" que ha pagado este partido en el barómetro publicado ayer.

¿El porqué del éxito ?

El profesor titular de Ciencias Políticas de la Universidad de La Laguna José Adrián García Rojas afirma que una de las claves para el éxito de esta formación política reside en que se dio una suerte de "tormenta perfecta": cinco años de "profunda crisis", recortes, paro y muchos casos de corrupción, entre otros factores. Desde la perspectiva de este experto se trata de un partido con gente joven, sin haberse contaminado de la gestión política previa, con un discurso novedoso y con medidas que han sabido llegar a los ciudadanos, como la de la renta básica.

Por su parte, Francisco Déniz, profesor titular de Sociología de la Universidad de La Laguna, destaca la visibilidad del discurso de Podemos a través de las apariciones de su líder, Pablo Iglesias, en medios de comunicación. Además, plantea que la crisis ha deteriorado la unidad de las élites políticas y ha conducido a una deslegitimación de las instituciones. Debido a ello se han abierto oportunidades para los "descontentos". Se suma a la tesis de que la corrupción ha sido determinante para el auge de este nuevo partido.