El pasado 15 de octubre se inició en Canarias la campaña de vacunación contra la gripe en todos los centros de salud del archipiélago, que un mes ha inmunizado a 107.941 personas pertenecientes a grupos con riesgo de padecer complicaciones en caso de contraer la enfermedad. Esto supone un incremento significativo, del 14 % respecto a la temporada anterior 2013-2014, que tras el primer mes de campaña registró 92.566 personas vacunadas, 15.375 menos que en el primer mes de la presente campaña 2014-2015.

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha adquirido para afrontar la presente temporada 225.000 dosis de vacuna antigripal y 12.000 dosis de vacuna antigripal especialmente indicada para personas mayores institucionalizadas, por un importe de 898.800 euros.

En cuanto a la distribución por islas en el primer mes de la presente campaña (2014-2015) en El Hierro se han vacunado 958personas, 4315 en Fuerteventura, 42.600 en Gran Canaria, 2013 en La Gomera, 5566 en La Palma, 6630 en Lanzarote y 45.859 en Tenerife.

En cuanto a las personas con riesgo de complicaciones. La vacuna contra la gripe está especialmente recomendada a las personas que tienen mayor riesgo de padecer complicaciones por gripe, como son los adultos y niños que padezcan enfermedades crónicas: pulmonares (incluido asma y tabaquismo crónico), cardiovasculares, hepáticas, renales, hematológicas y metabólicas (incluyendo la diabetes) o con problemas inmunitarios de cualquier origen; los adultos y niños que padezcan problemas neuromusculares (tetraplejias, parálisis cerebral, lesiones medulares, convulsiones, etc.) que puedan comprometer su función respiratoria; los niños y adolescentes que hayan recibido tratamiento prolongado con aspirina.

Además, se incluye a los residentes en centros para mayores o ingresados en centros sociosanitarios o centros para enfermos crónicos, los mayores de 65 años, las mujeres embarazadas y las personas con obesidad mórbida.

También se recomienda en aquellas personas que atienden, cuidan o conviven con personas con riesgo de complicaciones, así como a profesionales y personal sanitario, adultos y niños, convivientes y personal al cuidado de personas mayores (en centros o en domicilios particulares), y a colectivos profesionales esenciales para la comunidad.