Los polémicos contratos firmados entre 2008 y 2010 por el ente canario y la productora Amanecer Latino por más de dos millones de euros para elaborar, entre otras series, "El Mundo de Vásquez Figueroa" y "Glorias del Deporte Canario" fue obra del que era entonces el máximo responsable de producción de la Radiotelevisión Canaria (RTVC), Carlos Taboada. Así replicó ayer el director del ente, Guillermo García, a las acusaciones de opacidad por parte la portavoz en esta materia del PP, Águeda Montelongo, que denunció la negativa de García a responder sus preguntas sobre ambas producciones.

García dejó del lado del PP la responsabilidad por el gasto de esos contratos y recordó que durante esos años los populares no solo eran el socio de gobierno de CC, sino que llevaron esa parte de la Administración. Además, recordó también la portavoz socialista en esta materia, Belinda Ramírez, José Miguel Soria, presidente del PP regional, era tanto el vicepresidente como el consejero de Economía y Hacienda. El ente canario ya estaba adscrito a ese departamento, insistió, por lo que preguntó dónde estuvo la labor de fiscalización del PP mientras tuvo la posibilidad de ejercerla.

En todo caso, Ramírez se desmarcó de la defensa de la labor de García que hizo CC y reiteró que su grupo ve "inaceptable" el coste de esas series de televisión, más aún cuando no se emitieron o se emitieron de madrugada en el segundo canal de la cadena.

Entre otras cosas, Montelongo quiso saber por qué la serie sobre el escritor tinerfeño Alberto Vázquez Figueroa -que con 10 capítulos costó 90.000 euros y no llegó a emitirse, ya que el novelista siempre aparecía fumando cuando la entonces recién aprobada ley antitabaco vetaba la emisión de imágenes de fumadores- abría en los créditos con "Televisión Española presenta". García respondió que no tiene constancia de que la serie haya sido producida por otra cadena.

Sobre el precio, García defendió el carácter "artístico" de las producciones de televisión y la "imposibilidad" de llegar a un acuerdo sobre el que deben tener tras abrir un debate sobre la diferencia del precio y el valor de las cosas. Comparó la situación a lo que pueda pagarse por un Picasso o la "camiseta sudada de Justin Bieber para una adolescente", lo que Montelongo criticó.