La entrevista se alarga casi dos horas y parece que está comenzando, que podría bifurcarse más y eternizarse. Y no por capacidad multidisciplinar, término que casi detesta, sino por su bagaje. Al decano del Colegio de Arquitectos de Canarias, Joaquín Mañoso, no le gustan los nacionalismos que, a su juicio, han cuasianulado al Estado desde el "café para todos". Pero tampoco le agrada la escasa cultura media del español (y no solo del político), la mediocre formación universitaria, aunque salga gente muy cotizada, el déficit ético que explica una corrupción social extendida o cómo funciona la justicia, con fallos como el del "Mamotreto", que tilda de "tendencioso y que oculta cosas". Conversar con él, con su convicción y capacidad dialéctica, resulta un reto para la síntesis, pero un lujo intelectual.

¿Hay mucho arquitecto arrepentido de su título por la crisis?

La cifra de arquitectos en España ha tenido un crecimiento geométrico. En 1980, con una economía hecha polvo, había 14.000, insuficientes para lo que venía. Luego hubo un gran salto por la demanda interior, sobre todo desde 1996. Ahora, hay 48.000 colegiados, aunque, con título y que trabajen en la administración o por su cuenta, no se conoce el número.

¿Se desconocen los licenciados?

No es tan sencillo por la complicada estructura del país. Unos calculamos que hay unos 70.000, lo que da un ratio de 1,2 por cada mil habitantes, una barbaridad. El problema es que, para hacer una proyección a 2025, ni siquiera se sabe el número de estudiantes...

¿Y eso es normal en un país, pese a todo, de primer orden...?

El problema es que la mezcla de universidades públicas y privadas hace que los datos sean más bien opacos, y no se suelen cruzar. Esto se debe a la crisis en las universidades y, en particular, en las escuelas de arquitectura, quitando las cinco más importantes...

¿Se dan cifras hinchadas en busca de ayudas públicas?

Puede haberlas o, simplemente, no se dan los datos, sobre todo en las privadas, por un cambio de mentalidad lamentable: la consideración del estudiante como cliente. Las universidades están tan infladas, tan enquistadas y endogámicas, son tan caras y ha habido un descenso tal de estudiantes que se dan barbaridades como que haya 31 que ofertan arquitectura.

En detrimento de la calidad...

En algunas sí, pero el nivel de formación cada vez es más elevado y, aunque parezca contradictorio, nunca han estado tan distantes las necesidades de la sociedad con la arquitectura. Si se unen los vocacionales, los que acuden por una cuestión mediática y por un supuesto prestigio o dinero fácil, lo cual es falso, se da una masa de recién titulados y estudiantes que, al toparse con la realidad, ha creado mucha frustración.

¿Y se están reciclando, colegiándose, dándose de baja?

No sabemos a qué se dedican ni de qué viven en torno al 65% de los arquitectos. Los que viven de la construcción son solo un 25%. Y sí, tenemos un problema porque los jóvenes no se colegian.

¿La profesión no fue consciente o no hubo suficientes alarmas con la burbuja inmobiliaria? ¿Aprovecharon la coyuntura?

Fue consciente y hubo muchas alarmas. Esto es muy complejo y entronca con la formación. No existe un diálogo intenso entre los colegios y la sociedad civil. Abogados hay muchos y unos se dedican a la política y otros a escribir novelas. No podemos seguir formando a lo loco, salvo que queramos formar para otros países. Hay que replantearse los estudios. La universidad está sobredimensionada, ha desarrollado niveles muy interesantes de formación pero el medio deja mucho que desear.

Insisto, ¿la profesión no fomentó y se aprovechó de la burbuja...?

No, cómo hacerlo. Es un tópico.

¿La ley del suelo del 98 fue clave?

No necesariamente. Pero esto no se termina nunca de explicar bien. Los profesionales ni influimos ni dejamos de influir, somos meros instrumentos. Nos encargan proyectos y los hacemos...

Ya, bueno, pero los planes generales, la planificación...

No tiene nada que ver, aparte de que, durante años, la mayoría de arquitectos ha vivido al margen de la planificación...

¿Un error?

Un error gravísimo, y los colegios han tenido mucha culpa. Ha faltado visión crítica y ha habido una gran desafección, quizás porque es un mundo complejo y hay que hablar de política. Pero el origen de la burbuja, que se da a escala mundial, si bien en España toma dimensiones mayores, debe buscarse en los 70, con la crisis del petróleo, y estalla de forma singular en el 95, 96 y 97 por la desregulación de la economía financiera. Lo barato del dinero dispara de forma exagerada el acceso a él y se abre la caja de los truenos...

Eso lleva a un punto sin retorno que convierte el dinero en éter...

Es que estamos en eso, seguimos en el éter. Hay que recordar que, en España, salimos en 1995 de una crisis inmobiliaria, no financiera; o sea, muy identificada.

¿A qué la achaca?

Hay que ver qué ocurre cuando España sale de los oscuros años 70, cuando sí había una crisis de verdad, de todo tipo. En el 79, 80 y 81 vi cerrar el mayor número de estudios. No se había hecho la reconversión industrial, el dinero era carísimo, estaba al 16%...

Comprar una casa también...

Era casi imposible... A partir de la llegada del PSOE y con la introducción de mecanismos muy complejos, en torno a 1987 se produce el primer pepinazo económico, y es lógico. Llega una enorme masa financiera del extranjero al mundo inmobiliario porque se ve que hay rentabilidad. Ya se hablaba de los yupis...

Y Solchaga decía que, aquí, uno se hacía rico más rápidamente...

Sí. Hubo un crecimiento desequilibrado que estalla tras los juegos y la Expo, algo que tuvo que ver con una situación mundial, pero con un carácter inmobiliario aquí. Cambió la estructura bancaria, las cajas existían como tales y no como el disparate que luego se hizo, como si fueran bancos, y se llenaron de activos ajenos... Luego, sobreviene un precio del dinero muy barato y se diseñan productos como el boom inmobiliario. De pronto, familias que jamás hubieran comprado una casa se hipotecan por 50 años, sin garantías. Vino el euro y otros mecanismos financieros que hacían que pareciera que todo sería eterno, pero yo ya hablaba en 2000 de que estábamos en una enorme crisis y me decían que si estaba loco. Respondía que la obesidad también es un problema, lo que no me imaginé es que seguiríamos empeñados en crecer igual... En esto influye la ley del suelo del 98...

Mucha gente la cree la clave...

Ya, pero les pediría que estudien más. Las cosas no son simples. Los factores son múltiples. El "impepinable" fue el abaratamiento brutal del dinero sin controles. Así, se dispara la demanda porque la gente se endeuda ya que esa es la naturaleza humana, casi irracional. Si, además, lo apoyas con una ley del suelo no muy brillante, porque lo que hace es, con una visión desregulatoria, neoliberal, para evitar el encarecimiento del suelo, se inventa la historia de todo urbanizable, con unos criterios de valoración de suelo en situación expectante que fueron determinantes...: eso es una barbaridad. Muchos denunciamos y hay libros e informes, pero nuestra capacidad de ser escuchados era nula. Claro que hubo arquitectos que se aprovecharon, pero por los encargos que recibían...

¿Bajó la calidad de la edificación?

En general, sí, pues la masa de construcción fue muy elevada, pero es complejo y no achacable a los arquitectos. Apareció una figura extraña: una impresionante cifra de promotores aficionados.

Albañiles pocos años antes...

O carniceros, o sin oficio, pero con una enorme capacidad de labia para convencer a los bancos. Hay casos impresionantes con nombres muy conocidos que no daré y que forman parte de este disparate de miles y miles de millones por vender aire. El esquema es sencillo: dinero barato, operaciones rápidas, hasta el último ciudadano quería participar en la fiesta...

El PSOE no paró esto en 2004...

Y lo conocía perfectamente.

¿No lo hizo porque, de hacerlo: más paro y menos votos en 2008?

No, no hubiera supuesto eso. Se debió introducir mecanismos de control, pero no fue un problema de ideología, sino de "cómo parar la fiesta", pensaban los políticos.

¿Y ese boom en Canarias? ¿Siente enfado urbanístico?

Lo del enfado hay que matizarlo. Se hace excesivo victimismo. Estas son Islas que, desde época muy temprana, han tenido planificación, y con planteamientos muy valiosos que ya me hubiera gustado ver en otros sitios. El problema es que ha habido una indisciplina urbanística tremenda.

¿Mayor aquí que en la Península?

No, ni mucho menos. Es lamentable lo que ha ocurrido en todo el país, sobre todo en la costa, pero se puede hablar también del interior, en pueblos de Toledo, Valladolid... En Canarias, tenemos los instrumentos, a veces complejos. Ha habido planificación y ejemplar, pero no se ha vigilado. Hay que poner mecanismos de control y la administración no lo hizo...

Se ha planificado, pero ¿los PGO no han sido la puerta a la especulación, información privilegiada, recalificaciones, duplicación de población, corrupción...?

Por supuesto, ha habido planes disparatados, pero la duplicación hay que analizarla por casos. A veces, duplicar, sobre todo en puntos turísticos, puede quedarse corto y, otras, ser una barbaridad. De todos modos, lo esencial es hacia dónde se quiere ir y la inmensa mayoría de los planes no tienen claro eso. A los alcaldes les preguntaba con qué municipio soñaban, de qué querían vivir y de qué podían hacerlo. Solían decir cosas que dan una idea de la baja cultura de la gente, hablando de tópicos, de lo que estaba de moda o salía en TV: el I+D+i, la tecnología del conocimiento, una zona industrial... Querían ser todo sin concretar.

Deme buenos y malos ejemplos de planeamientos en Canarias...

No, no me pidas eso...

¿Es delicado?

No, no porque tenga problemas, sino porque soy muy reflexivo y necesito pensarlo muy bien.

¿Y no lo tiene muy pensado?

No, porque, entre otras cosas, aquí no hay casos ejemplares...

¿Ni de lo bueno ni de lo malo?

Exacto, sí hay situaciones con la ocupación de los terrenos nada ejemplares en infinidad de municipios. Por ejemplo, el uso sistemático de lo que se llama el disperso, de las construcciones unifamiliares en alfombra: un cáncer. El turismo es el que menos daño ambiental ha producido, con diferencia; es el mejor controlado y situado. Lo que ha producido un daño irreparable es el crecimiento de los consumos de suelos de los residentes... Vete a La Orotava...

Soy de La Orotava...

Bueno, pues ya lo sabes... O vete a Los Llanos, en Las Breñas... Son sintomáticas las leyes de punto final que se han ido sucediendo...

"Que mi hija levante al lado..."

Eso es una indisciplina y, si está regulado, lo critico porque el problema de la dispersión no es el tópico de que siempre hemos vivido así, de que eso es lo rural. Hace mucho que no tenemos cabras en las casas o plantamos pepinos. En territorios escasos y frágiles, como los canarios, hemos hecho una barbaridad con los crecimientos dispersos. Cada vez que se hace una ocupación, todos quieren llegar con coches a sus casas, saneamiento, servicios... Se dilapidan otros recursos que no nos podemos permitir. Hay que diseñar ciudades con mayor densidad...

Crecer según la gota de aceite...

Sí, pero, además, hay algo que no se suele entender: uno de los mayores problemas canarios, y habría que irse a los Reyes Católicos, es su fragmentación física y social, con idiosincrasias muy diferentes(...). En realidad, debería primar la solidaridad, pero es una sociedad muy desestructurada porque se pasó de lo rural al sector terciario sin industrialización porque no la podía haber. Permitir esos crecimientos incontrolados que algunos defienden como ciudad jardín es una barbaridad, pues no facilita la cohesión social ni oportunidades de trabajo y desarrollo.

Y las recalificaciones, la información privilegiada...

Ni son tantas ni no existen. Se dan, aunque se magnifican y no tienen la repercusión que se les da en prensa. No es el aspecto principal de los crecimientos...

Engancho con la situación del país: ¿qué piensa cuando la sede del partido que gobierna casi todo la cobra un arquitecto en "b"?

No tiene nada que ver con la profesión. Es un caso de un ciudadano, un problema con Hacienda. Pero, claro, y esto lo vivo todos los días: ¿a cuántos fontaneros y demás que te arreglan tu casa le has pedido factura y no te la dan?

¿La corrupción es un problema social, educativo y ético...?

Sí, no es un problema de escala. Es como cuando se dice que no se compare una muerte con los millones que mató Hitler. No es cuestión de números, se puede discutir el castigo, pero todo es igual de rechazable (...). El problema con la dichosa corrupción es que está generalizada, instalada como práctica normal. Y, aun así, la inmensa mayoría está alejada de esto. Cuando se habla de la ley de transparencia me da vergüenza ajena, pues parece que se recurre a un bálsamo que lo cure todo. Se quiere solucionar con leyes, que algunas sonrojan, y me temo que tendremos mucha transparencia, pero a nadie que quiera ser político salvo los más torpes, pues cualquier estornudo va a ser objeto de una exposición pública...

¿Pero no se ha llegado a puntos intolerables?

Se está banalizando al hablar de crear leyes. Yo no querría dedicarme a la política si me expongo a que, por cualquier cosa, se me puede acusar de lo que se le ocurra a cualquiera con el problema que hay ahora con las imputaciones, una perversión lingüística... Por ejemplo, estoy escandalizado con lo que pasa con el caso de Las Teresitas...

¿La sentencia del Mamotreto?

Sí, y la tengo aquí (en su mesa de su despacho en el colegio). Me parece inadmisible lo ocurrido.

¿No comparte el derribo?

Por supuesto que no, pero menos el planteamiento de la judicatura. Hay mucho ruido y parece que no se quiere claridad. Para empezar, llamarlo mamotreto es fruto de una profunda ignorancia... Los jueces son personas y hay sentencias más claras que otras y algunas tendenciosas, como esta.

¿Una sentencia política?

No lo sé, no tengo datos. La he leído 7 veces y sigue un argumento aparentemente racional, pero hay muchos regates y faltan o se ocultan cosas.

Podemos, el Madrid olímpico, la tercera vía: un liberal clásico

Profesor en la Universidad Politécnica de Madrid y máxima autoridad, durante años, del Urbanismo madrileño (designado por el PP), entrevistar a Mañoso es complejo porque los temas se multiplican con mucha sustancia. Ahondando en lo del Mamotreto, cree que el colegio debió decir algo en su día, que ahora ha de planteárselo y que, en todo caso, lo hará él individualmente. Según su visión, uno de los grandes problemas es que la política ha anulado a la sociedad civil e instituciones como estos colegios a base de subvenciones. Preguntado por si votaría a Podemos, entiende su éxito por haber catalizado el descontento, pero no les votará "porque no creo en los eslóganes vacíos". A su juicio, han tenido que recular y aún lo harán más. De hecho, cree que, en un movimiento cíclico habitual de la historia, emulan al PSOE de los 70 y seguirán centrándose. Aunque dice no estar cerca del PP ni del PSOE, sí se identifica con la tercera vía que acuñó Blair (se siente un "liberal filosófico") y asegura que el mejor presidente español, "pese a sus contradicciones, fue Felipe González". De los canarios, y aunque valora a Saavedra, se queda con Adán Martín, "si bien a veces estaba por encima del suelo por su visión y se pudo ahorrar el auditorio pues no aporta nada", mientras que resalta también a Carlos Alonso como alguien que sabe a dónde va. No cree que el PSOE haya elegido a los mejores con Pedro Sánchez, "al que conozco bien", ni con Patricia Hernández, si bien en el PSC tampoco se queda con los otros. Apuesta por la gente con valía y, a pesar de defender que se limite el tiempo en altos cargos, no apoya que las primarias se implanten por ley. Fue un miembro clave de la candidatura olímpica de Madrid (cuando ganó Brasil) y cree que no se convenció al COI porque era un proyecto de ciudad, se estaba desarrollando y el margen de beneficio era escaso. De los arquitectos, lamenta que no se aproveche su perfil en otros ámbitos, como la dirección de equipos, el diseño e interiorismo,