Repsol ha negado hoy que los barcos que participan en las prospecciones petrolíferas que realiza en Canarias desde el pasado 18 de noviembre hayan impedido que se lleven a cabo estudios científicos en la zona y ha defendido que cumple "a rajatabla" con las exigencias de control ambiental.

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha acusado hoy a empresa española de haber impedido el pasado jueves a un comité científico formado por expertos de las dos universidades de las islas acercarse a menos de dos millas de la zona donde está llevando a cabo sus prospecciones para hacer un estudio de ruidos.

En un acto en el que estaba acompañado por los rectores de las Universidades de Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna, Rivero ha denunciado que los barcos de apoyo al buque perforador no permitieron a la embarcación de los científicos que se acercara y boicotearon su estudio de ruidos encendiendo sus motores.

"Eso es absolutamente falso", ha respondido en declaraciones a Efe un portavoz de Repsol, que recuerda que los barcos contratados por la compañía no son "autoridad" ni pueden impedir a nadie que traspase el perímetro de una milla de exclusión fijado por Fomento alrededor del punto de sondeo para evitar accidentes marítimos.

Repsol asegura que las tareas cumplen "escrupulosamente, a rajatabla", no solo las condiciones establecidas por el Ministerio de Medio Ambiente en la declaración de impacto, sino también los estándares de calidad que la compañía "se ha autoimpuesto", al establecer unos procedimientos de trabajo como los que rigen en Noruega, uno de los países más exigentes en este campo.

La compañía defiende que ha hecho estudios sobre el estado de los ecosistemas "antes y durante" las prospecciones y que los hará al final de sus trabajos. Además, recuerda que los barcos destacados en la zona cuentan a bordo con tres observadores de cetáceos.

El buque plataforma que perfora para Repsol en estos momentos el pozo "Sandía", a 50 kilómetros de Fuerteventura, está concluyendo ya la cuarta fase de los trabajos, la más larga de las cinco previstas, en la que ha atravesado el primero de los dos puntos "diana" de estos sondeos de exploración, situado a 1.955 metros de profundidad.

En esta fase, se perfora una franja de subsuelo de casi un kilómetro de espesor (de los 1.800 a los 2.800 metros) y se prepara el terreno para llegar al objetivo de la quinta y última fase, situado a casi 3.092 metros de profundidad total (contando la capa de agua, que en esa zona del Atlántico tiene unos 850 metros).

Repsol espera concluir los trabajos de perforación, toma de muestras y sellado del pozo a principios o mediados de enero, dentro del plazo establecido en la autorización (60 días).