La solución tecnológica que han impulsado estos emprendedores canarios busca, sobre todas las cosas, servir para reconocer la buena labor de los trabajadores que se esmeran en la prestación del servicio.

La aplicación, insiste Llorens, no busca perjudicar a unos empleados frente a otros, sino "potenciar" a los buenos, los que consigan buenas valoraciones.

"Creemos más en la eficacia de la zanahoria que en la del palo", remarca. "Hasta ahora han existido hojas de reclamaciones, pero no de felicitaciones".

Y es que esta situación supone un "error", pues porque con esta aplicación se motiva "mucho" a un empleado conocer que el interés que ponga en su labor tendrá una recompensa "inmediata".

Además, añade, quienes conocen cómo es percibida su labor por los usuarios "están en mejores condiciones de adoptar las conductas necesarias para mejorar". Para Llorens este último aspecto es "muy importante" dada la competitividad actual del mundo laboral.

"Estamos muy ilusionados por el enorme impacto que puede tener la aplicación a medio plazo en una economía de servicios como la de Canarias. Fomentar la excelencia en el servicio puede contribuir muchísimo a la competitividad", remata.