La compañía petrolera Repsol alcanzó entre las últimas horas del domingo y las primeras de ayer el segundo -y último- de sus objetivos en el sondeo Sandía, en el que viene trabajando desde el pasado 18 de noviembre y que se encuentra ubicado a unos 54 kilómetros de Fuerteventura y a 62 de Lanzarote.

En cualquier caso, las mismas fuentes de la empresa que confirmaron ayer ese final de la perforación enmarcaron el referido avance dentro de la rutina de los trabajos. "¿Se está más cerca del final del sondeo? Sin duda. Pero desde que empiezas estás más cerca. No es nada que sea totalmente determinante", precisaron a este respecto.

Sea como fuere, a partir de ahora Repsol procederá a realizar pruebas para conocer variables como la porosidad de la roca y otras características de estas, y a partir de ahí desarrollará unas tareas de sellado que está previsto que se prolonguen hasta aproximadamente el día 20 de este mes.

Los profesionales de la firma española han extraído hasta ahora muestras del objetivo situado en el primer reservorio en el que la compañía cree que podría haber hidrocarburos (a 1.900 metros), así como del segundo (a 3.100), alcanzado entre la noche del domingo y el lunes.

En concreto, se trata de muestras de rocas, de las que las del primer objetivo se encuentran ya en el laboratorio y analizándose, si bien desde Repsol manifiestan que es "imposible" sacar conclusiones en estos momentos, toda vez que se requiere hacer una "lectura global" del sondeo.

"Hay que finalizar los trabajos con todas las garantías; ese es el primer objetivo, y será a partir de ahí cuando se sacarán las conclusiones desde un punto de vista geológico", incidieron desde Repsol, que desde el principio de la perforación siempre ha defendido que ha venido aplicando unas medidas de seguridad máximas. "Este es un proceso en el que la ciencia, la tecnología y los profesionales cualificados, como físicos, geoquímicos, geólogos o ingeneros de todo tipo, tienen mucho que decir... y eso requiere su tiempo", recalcaron.

Una vez comiencen las tareas de sellado se procederá a la instalación de unos tapones de cemento a diferentes profundidades. Terminadas esas labores, Repsol acabará de decidir lo que hará con el "Rowan Renaissance", sobre el que existen al menos dos opciones: que el resultado del sondeo Sandía sea muy positivo, se quede en la zona y empiece la segunda perforación, Chirimoya, o que se marche a Angola "para que siga estando en uso". Aquí hay dos derivadas: que el resultado sea positivo y vuelva al Archipiélago, o que sea negativo y no regrese.

En relación a las posibilidades de que logren un gran hallazgo y que la embarcación se quede en Canarias, las fuentes de Repsol consultadas sostuvieron que con un único sondeo es "complicado" saber si el resultado es de esas características, y puntualizaron: "Sobre las probabilidades, la compañía siempre ha dicho que estas están entre un 15 y un 20%".

En total, la empresa tiene previsto destinar en torno a unos 200 millones de euros a los trabajos en Sandía, ya próximos a su final, en los que ha operado el "Rowan Renaissance", un barco de 229 metros de eslora y 36 de manga que la petrolera ha venido diciendo que es uno de los más avanzados para este tipo de labores. Cabe recordar que la perforación en aguas canarias es la tercera misión de este buque, que anteriormente estuvo desarrollando trabajos en Angola y en Namibia.

De llevarse a cabo la exploración denominada "Chirimoya", Repsol destinará otros 100 millones de euros en unas prospecciones que, por otra parte, han generado polémica y protestas desde antes de su comienzo.

las claves

Entre el domingo y el lunes la empresa petrolera alcanzó el segundo objetivo -y fondo- del pozo Sandía, con un total de unos 3.100 metros.

La compañía Repsol hará a partir de ahora pruebas para conocer las características de las rocas y después comenzarán las labores de sellado.

Tapones de cemento es el sistema de cierre que se emplea en estos casos y del que se valdrá la empresa española para cerrar "con todas las garantías" la perforación realizada.

El "Rowan Renaissance" se quedaría en Canarias si el resultado del primer sondeo fuese muy positivo, aunque todo apunta a que regresará, al menos temporalmente, a Angola.