El año 2007 marcó el inicio de una tendencia negativa en el número de matrimonios celebrados en Canarias que se mantuvo durante cinco años y que ya ha comenzado a remitir, como confirman los datos del Instituto Canario de Estadística (Istac) relativos a 2013. La cifra de enlaces creció un 5,1% ese año, por encima del incremento que había registrado el anterior (un 4,6%), y se situó en 6.199.

La fuerte subida de Gran Canaria (de 2.435 a 2.783) y, en menor medida, de La Palma (de 179 a 196), explican el aumento general que experimenta el Archipiélago, dado que en el resto de islas se produce un descenso, salvo en Tenerife, donde el número de matrimonios se mantiene sin variaciones, con 2.529 en ambos años.

La inmensa mayoría de las uniones matrimoniales son entre personas de distinto sexo. En 2013 fueron 5.980, un 5,3% más que un año atrás. En cambio, los enlaces entre contrayentes del mismo sexo, que han sufrido constantes fluctuaciones desde que la aprobación de la ley que los permite, disminuyeron de forma muy ligera respecto a 2012: 219 frente a 220.

Los datos del Istac revelan cambios en este último aspecto. Por primera vez, el número de matrimonios entre mujeres ha superado al de hombres -121 frente a 98- y los primeros han aumentado prácticamente en la misma proporción en que los segundos han decaído -un 22% frente a un 19%- en el último año. El Hierro y La Gomera son las únicas islas donde no se celebraron enlaces entre personas del mismo sexo en 2013. De hecho, desde el año 2005 solo han tenido lugar dos en la Isla Colombina, mientras que en territorio herreño no ha habido ninguno.

Las preferencias por unas formas de celebración u otras también se han modificado con el paso del tiempo. El matrimonio religioso, que aún era mayoritario cuando comenzó el siglo, ha perdido peso año tras año y ahora representa ahora menos de una cuarta parte del total de los oficiados (alrededor de un 23%).

En cuanto al momento del año elegido para contraer matrimonio, la estadística dibuja una curva progresivamente ascendente desde enero hasta el verano para luego volver a descender. Los meses favoritos de los residentes en las Islas para formalizar sus uniones conyugales son los de julio y septiembre -709 y 743 enlaces, respectivamente, en 2013-, que ofrecen garantía de buen tiempo. Entre ambos, agosto presenta un pequeño bajón -517-, coincidiendo con el parón de la actividad administrativa. Enero, con 215, fue el mes en el que menos matrimonios se celebraron.