Las plazas que saldrán a oposición este año en la enseñanza pública canaria no serán 344, como estaba previsto, sino 213, todas ellas correspondientes al cuerpo de maestros. Así lo acordaron ayer la Consejería de Educación y los sindicatos, que dieron su visto bueno a la oferta de empleo público para 2015, una parte de la cual se reservará para el próximo año.

Las negociaciones entre la Administración y las organizaciones sindicales se ha prolongado a lo largo de tres reuniones de la Mesa Sectorial de Educación y han cristalizado en un acuerdo que supone la convocatoria de oposiciones para las citadas 213 plazas. Esta oferta deja fuera Primaria, una de las principales especialidades del cuerpo de maestros, así como todas las previstas para Secundaria; técnicos de FP; Artes Plásticas y Diseño; y Música y Artes Escénicas.

De esta manera, la Consejería accede a las demandas de los sindicatos, que habían alertado del riesgo de "efecto llamada" que podía acarrear la convocatoria en Secundaria, dado que en Andalucía no se celebran pruebas para este cuerpo, y de los problemas que hubiera representado para muchos maestros que se encuentran en más de una lista de sustituciones tener que presentarse a las oposiciones de Primaria y de alguna otra especialidad de este cuerpo. No obstante, el director general de Personal, Carlos Quesada, asegura que se habían previsto "fórmulas para evitar estas situaciones".

La oferta que finalmente se convocará este año consta de 89 plazas para Infantil, 41 de Educación Física, 43 de Música, 35 de Educación Especial y cinco de Alemán. Las que no se sacan en 2015 serán objeto de exámenes en 2016 y a ellas podrá sumarse la oferta correspondiente a ese año, o al menos parte de ella.

Una vez alcanzado un acuerdo sobre las oposiciones -que se plasmará en el decreto y la resolución que debe publicar el Gobierno-, la Consejería y los sindicatos comenzarán a negociar en una mesa de trabajo el anunciado plan que garantice la estabilidad para el profesorado y que, avanzó Quesada, tendrá tres objetivos: que los interinos de más de 55 años y con más de cinco de experiencia conserven sus empleos -como recoge la Ley Canaria de Educación-, que las listas de empleo tengan una vigencia de al menos cinco años y que se amplíe el plan de claustros inestables.

Ambas partes analizarán también en cuáles de las especialidades que no sean objeto de oposiciones se abrirán las listas, un proceso que desde el pasado año obliga a la realización de unas pruebas.