La violencia filioparental en Canarias continúa siendo un tabú que permanece oculto por decisión de las propias víctimas y del que no se tienen cifras reales. Esta es una de las conclusiones que sacaron ayer los diputados del Parlamento de Canarias y el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad, Francisco Hernández Spínola, durante la celebración de la Comisión de Gobernación y en la que se puso en común la situación de "esta lacra" en el Archipiélago.

Se estima que entre el 7 y el 10% de los hogares están afectados por este tipo de violencia de los hijos hacia sus progenitores y, sin embargo, durante el año 2013, en las Islas solo se registraron 277, según datos de la Fiscalía que, alerta de que se trata de "un fenómeno en crecimiento" que describe como "una epidemia oculta".

"La cifra real es bastante superior porque los casos en los que hay menores de 14 años no se registran y porque los padres no denuncian por vergüenza y por miedo a las consecuencias penales que eso podría tener para sus hijos", relató ayer el consejero, antes de detallar que la gran mayoría de los casos se registran en familias de clase media o alta en los que al menos hay un progenitor con estudios universitarios.

"En barrios marginales casi no se registran casos", dijo.

Según Hernández Spínola, "se trata de hijos, mayoritariamente menores de edad ,y más concretamente de entre 14 y 16 años, que controlan y ejercen un poder sobre sus padres para obtener aquello que deseen a través de las agresiones físicas, la violencia física y verbal y gestos amenazantes como la ruptura y el robo de objetos".

La diputada de Coalición Canaria Flora Marrero relató que la Fiscalía describe que la mayoría de los padres presentan denuncias genéricas, sin entrar en detalles y sin nombrar las situaciones violentas, y son los profesionales los que reconocen en ellos los delitos por amenazas y vejaciones y detectan trastornos de conducta que les hacen incapaces de controlar sus impulsos".

En lo que coincidieron los portavoces de todos los partidos y el consejero es en que en el origen de estas situaciones está la sobreprotección del menor, la ausencia de límites y la falta de una educación en valores que lo convierten en un "pequeño dictador" y en un "maltratador adulto en potencia".

"La Televisión Canaria podría ser un gran instrumento para formar tanto a los padres como a los hijos y evitar estas situaciones", propuso el portavoz de Nueva Canarias, Pedro Justo, mientras que la socialista Belinda Ramírez abogó por "buscar soluciones vinculadas a la prevención y no solo las penales".

Por su parte, Emilio Moreno, del Partido Popular, mostró su preocupación al considerar que "esta violencia es una forma de expresión de la violencia de género".