Canarias se sumará a otras comunidades autónomas, como Andalucía y Cataluña, y aplazará hasta 2017, por considerarla "inoportuna", la reordenación de las enseñanzas universitarias que permite a los centros reducir los grados a tres años y ampliar los másteres a dos.

Así lo acordaron ayer, en una reunión extraordinaria del Consejo Universitario de Canarias, el consejero regional de Educación, José Miguel Pérez (PSOE), y los rectores de las instituciones académicas del archipiélago, José Regidor (Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ULPGC) y Eduardo Doménech (Universidad de La Laguna, ULL).

Tanto el consejero como los rectores coincidieron en que la reordenación es "inoportuna" y supondrá un sobrecoste a los estudiantes, al tiempo que consideraron necesario evaluar si la reforma obedece a criterios de calidad.

Tal y como han decidido numerosas universidades públicas, en Canarias también habrá una moratoria de dos años para la aplicación de esta modificación, que la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) no considera oportuna.

Pérez opinó que el real decreto aprobado por el Gobierno para aplicar esta reforma "pone patas arriba el mapa de titulaciones en España si no se opera con prudencia y sentido común".

A su juicio, "sería bueno hacerle caso a la CRUE y aplazar la entrada en vigor de sus efectos hasta que se analicen con rigor los resultados del actual sistema y las consecuencias que pueda haber en cada lugar".

Desde su punto de vista, "no es aconsejable que el mapa de las titulaciones españolas se convierta en un mosaico sin sentido", con duraciones diferentes según de qué universidad se trate.

Uniformidad y movilidad

El rector de la ULL, Eduardo Doménech, quiso ayer transmitir tranquilidad a la comunidad universitaria canaria respecto de esta reforma, ya que no comenzará a aplicarse de inmediato, y defendió que el sistema tiene que ser lo más uniforme posible, de forma que no pueda ser "que una autonomía diga A y otra B". Por su parte, su homólogo en la ULPGC, José Regidor, alertó de que, con esta reforma, "la movilidad de los estudiantes quedaría completamente fragmentada".