El general Antonio Ángel Ciprés Palacín tomó posesión ayer de la Jefatura del Estado Mayor del Mando de Canarias en un acto protocolario celebrado en la Capitanía de Santa Cruz de Tenerife. Durante su intervención, Ciprés manifestó que "nos toca abordar nuestra misión en tiempos difíciles y complejos, no solo por la situación económica actual, sino porque hacemos frente a situaciones estratégicas inusuales hasta ahora, donde las organizaciones de seguridad y defensa de nuestro entorno no pueden gozar, en la misma medida, de la superioridad militar que han mantenido en las últimas décadas".

El general Ciprés nació en Huesca en 1960, está casado y tiene dos hijos. Pertenece a la XXXIX Promoción de la Academia General Militar y, tras finalizar sus estudios de Enseñanza Superior Militar, fue promovido en julio de 1984 a teniente de Infantería y destinado en el Regimiento de Cazadores de Alta Montaña en Huesca.

Aseguró que "he procurado que "el amor a mi profesión me llevara todas las horas de mi vida; que ni la ruindad ni la avaricia, ni el deseo de fama o reputación enturbiaran mi mente".

El nuevo jefe del Estado Mayor del Mando de Canarias explicó que, "mientras la audacia es una virtud juvenil y la prudencia es una virtud de la madurez; la insensatez y la temeridad no son virtudes de ninguna edad".

En una intervención en la que mostró sus firmes convicciones religiosas, apuntó que "actuar con prudencia y de forma calculada no significa ser indecisos, ni significa tomar decisiones a destiempo, ni significa dejarse arrebatar la iniciativa, ni prolongar el planeamiento innecesariamente". Añadió que "tomar decisiones realistas, acertadas y oportunas es nuestra obligación durante toda nuestra vida profesional".

Ciprés explicó que "el secreto para convertir una crisis en oportunidad está en aplicar criterios profesionales de eficacia, concentrando los limitados recursos en aquellos campos prioritarios o más prometedores". Aclaró que "es precisamente esa profesionalidad la que ha de presidir de forma permanente nuestro trabajo cotidiano".

Valores y apoyo recibidos de la familia

Ángel Ciprés expresó ayer su agradecimiento a Dios por la educación y valores recibidos en el seno familiar, especialmente de su padre, que fue oficial de Infantería; por las enseñanzas de sus profesores, así como a su esposa y sus dos hijos, por el apoyo, comprensión y ánimo recibidos de forma constante. A partir de ahora, sus funciones serán asesorar al Mando sobre los múltiples y variados asuntos que el Archipiélago presenta de forma cotidiana; desarrollar actividades de planeamiento; velar por el exacto cumplimiento de las órdenes que se transmitan, así como generar un clima de colaboración y confianza entre todos los jefes de las unidades del Ejército de Tierra. En su alocución dedicó un recuerdo especial "a todos los componentes de las diferentes unidades del Mando de Canarias" que cumplen con su misión lejos de España, en Mali y Afganistán. Y citó el artículo IV del decálogo del cadete: "Hacerse querer de sus subordinados y desear de sus superiores".