La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, en colaboración con otras administraciones públicas, científicos y organizaciones del sector primario del archipiélago, han desarrollado un proyecto dirigido a aumentar el uso de plantas forrajeras autóctonas destinadas al consumo de la ganadería local con el objetivo de aumentar el autoabastecimiento de estas producciones.

El Plan Forrajero de Canarias (PFORCA), como se ha denominado a esta iniciativa, fue presentado este lunes en Santa Cruz de Tenerife en un acto presidido por el director general de Agricultura y Desarrollo Rural, Pedro Tomás Pino, acompañado por el director general de Ganadería, Juan Pedro Dávila, miembros del Comité Científico que ha participado en la elaboración de dicho programa, así como representantes de organizaciones agrarias.

Esta iniciativa, en la que participan la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), las dos universidades públicas canarias, cabildos y ayuntamientos, supondrá un inversión estimada de 4,36 millones de euros y se ejecutará durante el periodo 2015-2020.

Esta actuación, de vital importancia para el sector ganadero, activará la producción de forraje en Canarias, lo que se traducirá en una disminución de la importación de forrajes y piensos --sujeta a constantes cambios al alza en los precios del mercado y del transporte-- con lo que, a su vez, se mejorará la rentabilidad de las explotaciones ganaderas.

La escasez de suelo apto, la orografía montañosa y la pequeña dimensión de las explotaciones --que dificulta el uso maquinaria agrícola-- así como la falta de planificación, hace que las islas sean muy dependientes de insumos procedentes del exterior.

En definitiva, el objetivo principal de esta acción es alcanzar la autosuficiencia forrajera para reducir la dependencia del exterior en este ámbito.

Asimismo, según se puso de manifiesto en el encuentro, con el fomento de esta producción forrajera local se potencia una subindustria agraria de cultivo de forrajes que generará empleo, ayudando también a incrementar de forma sostenible la cabaña ganadera al propiciar que esta actividad genere mayores beneficios, ya que se reducen los elevados costes de alimentación actuales del ganado derivados de su introducción.

La recuperación del paisaje, la conservación de la biodiversidad, y la protección del medio ambiente son también aspectos positivos que se lograrán con la implantación de esta iniciativa.

Al mismo tiempo se logran producciones de cereales de mayor calidad que las importadas, como ha demostrado el ''I Concurso Oficial de Gofio'' en el que los gofios elaborados con cereales de variedades locales fueron los mejor valorados por el panel de expertos catadores.

Para alcanzar estos fines se han definido una serie de actuaciones en el marco del proyecto, entre las que se encuentran el estudio del potencial forrajero de diversas especies.

Así, se completará la información existente con la toma de datos complementarios de interés para establecer cultivos de especies forrajeras autóctonas, se realizará la recolección de semillas y se profundizará en el conocimiento sobre prácticas de manejo de los cultivares.

BANCOS DE TIERRAS

Además, se llevarán a cabo experiencias piloto en fincas y se establecerá un censo de terrenos aptos para el cultivo de forrajes que se podrán poner a disposición de los interesados a través de Bancos de tierras, al tiempo que se fomentará el uso de contratos territoriales.

También se estudiará y potenciará si es preciso, el uso de aguas depuradas para la producción de forrajes creando las redes necesarias para este fin, y el empleo de germinados (semillas) para alimentación animal, y se plantearán actuaciones para el desarrollo de métodos y técnicas de conservación y almacenamiento de forraje.

Con estas acciones se busca determinar cuáles son las variedades forrajeras más productivas y con mejores cualidades alimentarias ganaderas para cada tipo de cabaña, y dentro de cada isla en función de cada tipología de suelo y área.

De esta manera se podrán en un futuro cultivar en cada zona insular, aquellas forrajeras que mejor se adapten a la especie ganadera, a las características medioambientales del entorno y climatología local, y alcanzar así la eficiencia productiva para la actividad ganadera de cada isla de manera sostenible.

Con todo ello se pretende aumentar la superficie de cultivo forrajero en todas las islas, bien con el fomento de cultivos particulares vinculados directamente a explotaciones ganaderas cercanas o bien a través de amplias zonas de cultivo de forrajes comunales con la supervisión y apoyo de las administraciones locales correspondientes, para que los costos puedan ser distribuidos entre todos los beneficiarios y estableciendo un régimen de aprovechamiento comunal de los pastos en función de las necesidades alimenticias de las cabañas vinculadas a esta forma de producción forrajera.

Para ello, además de las actividades que se detallan en el plan, y una vez identificadas las posibles dificultades que pueda presentar el cultivo de especies forrajeras de alta productividad, habría que avanzar en el estudio de nuevas prácticas de cultivo, que permitiera incrementar el empleo y la adaptación de la maquinaria, mejorara las técnicas de riego, introdujera el uso de recursos hídricos no convencionales y mejorara las condiciones de mecanización y conservación de forrajes.

Este programa se destina principalmente al ganado rumiante existente en el archipiélago, con presencia significativa de cabras y ovejas dirigidas específicamente a la producción de leche y queso y secundariamente al mercado de carne de consumo.

FINANCIACIÓN

El plan se sufragará con fondos propios de las administraciones participantes, que aportarán sus recursos humanos cualificados en cada fase, así como con la puesta a disposición de superficies agrarias ahora en barbecho para su cultivo forrajero.

Algunas actuaciones serán financiadas por medio de las medidas del nuevo Programa de Desarrollo Rural de Canarias 2014/2020 y se espera contar con financiación europea a través de los programas MAC.

Serán los agricultores y ganaderos quienes sufragarán en parte la siembra y cosecha, para lo cual se firmarán convenios de apoyo y supervisión, y se propiciarán las explotaciones forrajeras comunales mediante acuerdos con ayuntamientos y cabildos. Éstos también se comprometen a crear las fincas de multiplicación de semillas.

Asimismo, los Grupos de Acción Local (GAL) pueden financiar iniciativas del presente proyecto a través de los fondos FEADER por la línea Leader.

VARIEDADES SELECCIONADAS

Las especies forrajeras inicialmente seleccionadas para su estudio serán cereales forrajeros de invierno --mayoritariamente la cebada, avena, centeno, trigo y triticale--, leguminosas forrajeras --fundamentalmente alfalfa--, cereales y gramíneas forrajeras de verano-maíz, sorgo y maralafalfa --praderas de secano-raygrass, dactilo y leguminosas anuales o perennes de corta duración--, y especies arbustivas y subarbustivas como la tedera, el tagasaste, la vinagrera y el cornical.

A ellas se suman otras autóctonas arbustivas de menor interés --escobones, las gacias, retamones y los codesos--, arbustivas y otras forrajeras perennes introducidas, pastos naturales no cultivados y germinados-plantas tiernas de cereales de 14 a 20 días de cultivo que han crecido sin utilizar el suelo como sustrato.