Apenas un 10% de las nuevas empresas solicitan la elaboración de un plan de viabilidad que analice su supervivencia al menos en un plazo de tres años. Así lo señalan desde la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, donde explican que, a pesar de que su Servicio de Creación de Empresas realiza de forma gratis los planes de empresa, los emprendedores se muestran "reticentes" a la hora de realizar un estudio pormenorizado de sus puntos fuertes y débiles. Solo 129 usuarios solicitaron un informe sobre la viabilidad técnica, jurídica y económica de su idea de negocio.

En la institución advierten de que aunque el autoempleo se está convirtiendo en una de las "pocas tablas de salvación" para muchos parados en Canarias, la puesta en marcha de un negocio "no es una tarea fácil" y explican que de los más de 4.000 emprendedores que se plantearon en 2014 esa posibilidad y acudieron a informarse de cómo hacerlo a su sede, cerca del 65% desistió de su propósito.

Debido a las altas tasas de mortalidad empresarial y de fracaso que se registran en Canarias, donde solo un 25% de las iniciativas sobrevive en el primer año, la directora del Servicio de Creación de Empresas de la Cámara, Lola Pérez, aconseja que antes de poner en marcha un negocio se estudie la viabilidad.

A su juicio, "el plan de empresa es una herramienta necesaria no solo para utilizarla a la hora de acudir a una entidad financiera, sino porque ayuda a detectar las posibles fisuras que pueda tener la idea de negocio para corregirlas y, de esta manera, se puede garantizar la supervivencia del proyecto, desde una perspectiva técnica, económica y jurídica, así como su rentabilidad a medio y largo plazo".

En este sentido, Lola Pérez recuerda que la Cámara de Comercio ofrece a los emprendedores la posibilidad de ayudarles a elaborar su propio plan de empresa de forma presencial.

Además, considera que su ejecución debería ser obligatoria porque es "un termómetro esencial" para decidir si al final debe constituirse la empresa asumiendo unos riesgos "controlados", o si debe desecharse la idea de negocio y evitar de esta manera un fracaso "seguro".

Otro de los aspectos positivos del plan de viabilidad es que externamente supone una carta de presentación del proyecto, "útil para obtener financiación, optar a posibles subvenciones, convencer a un posible socio para que participe y captar los primeros clientes", entre otros aspectos, explica Lola Pérez.

¿Qué es un plan de viabilidad?

La Cámara explica que es un documento escrito que cada emprendedor elabora y donde se recogen todos los aspectos principales de la puesta en marcha de la idea. El fin de esta iniciativa es planificar, evaluar y controlar todas las variables durante el proceso de creación y desarrollo de la empresa.

Así, un plan de empresa "competente" debe recoger apartados como la presentación del proyecto, el análisis del mercado objetivo, un plan de márquetin y comercialización, un plan de producción y operaciones, de organización y recursos humanos, un plan de inversión y financiación, así como un plan de puesta en marcha. Esto servirá para visualizar el desarrollo inicial del proyecto antes de su inicio y así, analizar los peligros potenciales que puedan surgir.

Se recomienda que el documento no tenga una extensión superior a las 50 páginas, que sea claro y conciso, que no utilice excesiva terminología y que se realice de manera objetiva. Además, la tendencia general de los primeros años de las empresas de nueva creación indica que las previsiones sobre demanda, gastos y ventas deben ser conservadoras, ya que los inicios de estos proyectos tienden a ser lentos.