En los últimos días se conoció, por una parte, que la ocupación del turismo rural en las Islas durante la Semana Santa (69%) rozaría la media nacional (70%), lo que es un buen dato porque supone un aumento de tres puntos porcentuales en relación al mismo periodo de 2014, según el portal Toprural. Además, la web especializada HomeAway apunta que el Archipiélago acaparará el 10% de la demanda estos días -lo que lo convierte en el cuarto destino nacional de este tipo- y que las estancias en las Islas (en torno a los cuatro días) superarán la media nacional.

El auge de este clase de turismo en Canarias, muy alejado del sol y playa que convierte a la actividad en la más importante de las Islas -supone cerca del 30% del PIB regional y sostiene cerca del 30% de los empleos de la región- hace visible otro modelo que puede dinamizar la economía en zonas de medianía y montaña, alejadas de las costas.

Responde a otras necesidades, tiene una oferta diferenciada y la busca un perfil de visitante que no encaja con el turismo mayoritario del Archipiélago.

Así lo señala el último Barómetro del Turismo Rural en España -correspondiente al cuarto trimestre del año pasado- elaborado por la Universidad de Nebrija y el portal especializado Clubrural. Entre otros aspectos, revela que el turismo rural en Canarias no es de escapadas cortas espontáneas ni de grupos. Al contrario, es más de parejas que planifican la estancia con bastante antelación.

Que es un turismo aún minoritario en las Islas lo confirma este informe, que estima que en la región hay menos de un 2% de todos los establecimientos de esta clase de todo el país -muy lejos del 21,2% de Castilla y León, que es la primera autonomía en esta materia. Entre las provincias canarias, la de Santa Cruz de Tenerife aglutina la mayoría de ellos (1,3% del total nacional) frente al 0,6% de Las Palmas.

En cambio, la preferencia del turista rural entre las dos provincias estuvo muy igualado (0,7% para Las Palmas y 0,5% en el caso de Santa Cruz de Tenerife).

Pese al alza experimentada en Semana Santa del que dan cuenta Toprural y HomeAway, el barómetro señala que, en general, Canarias no es un destino puntero en este segmento de turistas.

En efecto, señala que tan solo el 1,2% de la demanda nacional del cuarto trimestre de 2014 se interesó por las Islas -solo por detrás del 0,1% de Baleares-.

La mayoría de los establecimientos canarios (68,4%) -en línea con los peninsulares (65,9%)- son casas que se dedican de forma íntegra al alquiler vacacional. Tan solo un 23,3% en las Islas (28% de media nacional) son habitaciones y un residual 8,3% en el Archipiélago (6,1% en España) son establecimientos mixtos.

Por provincias, la oferta mayoritaria también es el alquiler íntegro (65,5% en la tinerfeña y 74,1% en Las Palmas), mientras que las habitaciones se repartió de forma muy pareja (23,2% en la occidental y 23,5% en la oriental).

Esta oferta se ajusta bien a la demanda del mercado. La mayoría de los turistas (81,6% en el ámbito nacional y 80,1% en las Islas) busca independencia, por lo que es lógico que la oferta de viviendas completas sea también la más abundante. La mayor parte de los que visitaron Las Palmas (88,3%) quería este tipo de alojamiento, así como también en Santa Cruz de Tenerife (69,4%).

En cambio, la demanda de habitaciones entre los turistas rurales apenas llega al 11,2% en Canarias (9,8% de media nacional), lo que dista mucho de la oferta existente. En Las Palmas, la demanda fue del 9,5%, y del 13,5% en Santa Cruz de Tenerife.

Pero mientras que en el Archipiélago son más frecuentes los establecimientos con capacidad de tres a seis plazas (50,7%, el porcentaje más alto del país en este rango), la mayoría del ámbito nacional corresponde a los que tiene de siete a 16 plazas.

Lo más llamativo, en todo caso, es que mientras los alojamientos con hasta dos plazas son muy minoritarios en el resto de las autonomías, Canarias lidera en este rango con casi el 10% del total nacional, muy por delante del resto, algo que se corresponde con la demanda del mercado, pues en el Archipiélago el 51% de los visitantes rurales piden justo este tipo de establecimiento.

En Santa Cruz de Tenerife, la mayoría (33,8%) tienen de tres a cuatro plazas, seguidos por los de cinco a seis (17,5%) y los de dos (13,1%). En Las Palmas, los rangos más importantes son los de tres a cuatro plazas (25,3%) seguido por los de cinco a seis (24,1%).

En cuanto a precios, Canarias fue las segunda región (13%) con precios por encima de los 45 euros por persona -Las Palmas fue la segunda provincia más cara del país en el cuarto trimestre-. De todas formas, la mayor parte de los establecimientos canarios (37,9%) cobró entre 20 y 30 euros por persona, y otro 17,8%, entre 30 y 45 euros.

En general, este tipo de viajero es previsor, pero lo es aún más en el caso de Canarias. Así, mientras que el 57,3% de las reservas se hicieron entre 15 días y dos meses en el ámbito nacional, en las Islas el 29,6% se hizo de uno a tres meses antes, y otro 12,5% reservó con más de tres meses de antelación.

las cifras

36,9% La mayor parte (36,9%) de los establecimientos de la provincia tinerfeña cobran de 20 a 30 euros por persona.

22% El siguiente tramo de precios más frecuente en la provincia occidental (22%) es que va de 15 a 20 euros por persona.

48,8% El grueso de los turistas rurales en la provincia tinerfeña (48,8%) reserva entre 15 días y 60 días antes.

24,7% En ese grupo, son un poco más habituales las reservas de 15 a 30 días (24,7%) que las de 31 a 60 días (24,1%).