Un informe de la Audiencia de Cuentas de Canarias (ACC) sobre la adecuación de la oferta de la Formación Profesional (FP) a las necesidades del turismo pone en evidencia varias carencias importantes. El estudio realizado para los años 2009 a 2012 -los mismos de vigencia del anterior Plan Canario de Formación Profesional- revela que faltan recursos, es necesario llevar a cabo un seguimiento a los resultados y debe adaptar sus programas a las necesidades reales de los empresarios, pues solo parte de los cursos disponibles responden a sus demandas.

Son las conclusiones a las que llega el análisis de la gestión en esta materia por parte de la Viceconsejería de Turismo -a través de Hecansa-, la Consejería de Educación y del departamento de Empleo -a través del Servicio Canario de Empleo-, además de las visitas a cuatro centros de FP que imparten ciclos relacionados con hostelería y turismo, así como la colaboración de las patronales hoteleras de la provincia tinerfeña (Ashotel) y de Las Palmas (FEHT).

El informe remarca las deficiencias halladas en el funcionamiento de diversos organismos -como el Consejo Canario de Formación Profesional, de los consejos insulares de Formación y Empleo y del Observatorio Canario del Empleo y la FP (Obecan), entre otros-, que no desempeñan las funciones para las que fueron creadas. Además, tilda de "insuficientes" los mecanismos para detectar las necesidades formativas demandadas por el mercado laboral -en particular, los llamados perfiles emergentes-.

La carencia de recursos económicos en la impartición de esta modalidad de FP queda patente en el estudio, que denuncia la existencia de instalaciones "deficitarias" en los centros dependientes del Gobierno de Canarias que gestiona el futuro personal de la principal actividad económica de las Islas. Esta situación, advierte la ACC, incide "en la adecuada formación práctica del alumnado".

Entre las cualificaciones más ofertadas figuran la de cocina y servicios de restauración, que coinciden con los perfiles más demandados. Sobre el auge de la demanda de formación para cocinero, el estudio explica que se debe a la popularidad que ha cobrado recientemente esta profesión.

En cambio, abunda la oferta de formación en restaurante y bar, pero debido a que la imagen de camarero "incide en su rechazo social", es de las menos demandadas, y ello a pesar de que los empresarios requieren esta categoría de personal.

Otro fallo que existe en esta materia es que los nuevos yacimientos de empleos, como gestor estratégico de ventas, de canales o de redes sociales, aún no se incorporan al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, por lo que no se ofrece titulación específica -si bien Hecansa las ofrece como contenidos en sus ciclos-.

Solo un 20% se forma en inglés

El conocimiento de idiomas es la "mayor" debilidad de la FP en hostelería y turismo, asegura el estudio. Su aprendizaje es "determinante" a la hora de encontrar trabajo, en especial del inglés, así como del alemán, francés, noruego, polaco y ruso. Los empresarios se quejan de esta deficiencia, pues requieren de forma habitual perfiles que incluyan estos conocimientos. Tan solo un 20% de los alumnos se forman en inglés, a pesar del alto nivel de inserción -90%- que logran quienes se forman en este idioma.

El informe incluye entre sus recomendaciones que se haga un "notable" esfuerzo en el desarrollo de las competencias de idiomas con el fin específico de la hostelería y el turismo "sin relegarlos a un papel secundario dentro de la FP" y otorgándoles más importancia al ser un requerimiento "fundamental y generalizado" de los empresarios de este sector.

Ambas patronales creen que esto es un problema. Ashotel la ve como la "principal" debilidad y la FEHT habla de la necesidad "urgente" de fomentar su aprendizaje. Los propios centros de FP critican que la enseñanza de idiomas se limite a las escuelas oficiales de idiomas.

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La mejora de la FP pasa, según la ACC, por la cooperación entre las administraciones y los agentes sociales implicados, por lo que recomienda mejorar los organismos que no están cumpliendo sus funciones y por dar representación a unos y otros en estos, además de incentivar la participación de los empresarios en la cualificaciones profesionales que sirven de base tanto a la FP como a los certificados de profesionalidad.

El informe insiste en la necesidad de que se realicen análisis periódicos para evaluar la adecuación de la oferta formativa a las demandas del sector turístico, así como llevar a cabo valoraciones sociales de la oferta formativa que contemplen el grado de "utilidad" percibido por los trabajadores y los empresarios para verificar si es la adecuada o requiere rectificarse. Estos análisis, propone la ACC, los podrían llevar a cabo el Instituto Canario de las Cualificaciones Profesionales (ICCP) y el Obecan.

Ante las restricciones de presupuesto detectadas -en algunos casos, los profesores y hasta los mismos alumnos aportan los materiales de cocina y la propia comida-, la ACC recomienda dotar de la cuantía "necesaria" a los programas relacionados con la FP turística y dotarlos, además, de objetivos "cuantificables" e indicadores "que permitan su seguimiento". En este sentido, añade el informe, "se debería comprobar y, en su caso, proveer de las instalaciones y el material necesario que permita al alumno adquirir las habilidades" de la titulación ofertada.

Además, recomienda la actualización "constante" del marco normativo "como garantía de que se cumpla la participación y coordinación entre los distintos agentes implicados, así como la planificación, la realización de estudios y la emisión de informes en materia de FP turística con el fin de adecuarla a los requerimientos del sector turístico canario".