La Sociedad Canaria de Medicina Física y Rehabilitadora (Secarmef) critica que el desfase del catálogo de prestaciones de prótesis y órtesis (que data de 2004) está condicionando la calidad de vida de los pacientes canarios. Así lo confirmó ayer su presidente, el doctor José Luis Méndez, que como ejemplo quiso poner el caso de las sillas de ruedas. "La silla de ruedas que da el Servicio Canario de Salud (SCS) es manual y muy pesada , no se recomienda para pacientes jóvenes y activos, sino más para personas mayores con poca movilidad. Estas sillas son de difícil manejo en la calle, por ejemplo, donde hay que hacer un enorme esfuerzo. Sin embargo, para una persona que pasa la mayor parte de su tiempo en casa no están tan mal. ¿Qué sucede? Pues que la silla que está en catálogo vale 400 euros y la que se realmente se necesita cuesta entre 1.500 y 1.800 euros, por eso los afectados y sus familias hacen lo imposible por conseguir el dinero a través de préstamos, rifas y campañas solidarias".

El doctor Méndez recuerda que "hasta el año 2007, por ejemplo, las Unidades de Lesionados Medulares de Canarias estaban autorizadas a prescribir una sillas muy buenas y adecuadas para los pacientes, pero a partir de ese año el SCS las eliminó y obliga a los sanitarios a prescribir únicamente las que vienen en el catálogo".

Preguntado por qué no se formulan medidas para articular un sistema de préstamo que ahorre costes, el experto considera que "no suele ser viable porque las sillas tienen un periodo de tres o cuatro años de garantía y a partir de ahí suelen estropearse y es necesario cambiarlas".

"Nosotros queremos ayudar al SCS a confeccionar un catálogo más acorde y que permita dar la prestación más adecuada a cada paciente, ya que el actual esté anticuado, es 2004, y eso significa que muchas de las prestaciones que se dan son obsoletas, otras tantas no sirven y faltan otras por incorporar", abunda el dirigente.

Otra muestra de ello es el caso del casco que precisan los bebés que presentan deformidad en el cráneo (plagiocefalia) y que no está incluido en los artículos del catálogo. Ese casco va moldeando el cráneo y está indicado para los niños a los que el tratamiento conservador no es suficiente, por lo que los profesionales recomiendan a los padres que los adquieran por su cuenta con un coste de entre 1.500 y 2.000 euros.

"Con las prótesis para amputados sucede algo parecido, las que están en el catálogo tienen muchas deficiencias, habiendo en el mercado otras mejores y no tan gravosas como podría parecer", insiste el especialista en rehabilitación.

Y es que Canarias tiene un nivel elevado de personas con amputaciones, debido a la alta prevalencia de la diabetes.

"Las prótesis que se les ofertan son las que estaban en el mercado en el año 2004, pero han salido novedades, sobre todo en lo que se refiere a las articulaciones y no se dan", concluye el doctor Méndez.