Cuando la Universidad de La Laguna inició el proceso de fusión de sus centros y departamentos habló de nueve centros -siete facultades y dos escuelas-, a los que se añadiría uno más: una escuela de doctorado y estudios de posgrado que aglutinaría todas las enseñanzas de segundo y tercer ciclo. Este proyecto está muy cerca de materializarse. El Consejo Universitario de Canarias le dará hoy, previsiblemente, su visto bueno, de modo que el décimo centro de la ULL podrá empezar a funcionar el próximo curso.

La escuela no supondrá ninguna novedad desde el punto de vista de los estudiantes, puesto que las clases de los cursos de doctorado y los másteres seguirán impartiéndose en las aulas de las facultades y escuelas correspondientes. Tampoco habrá cambios de contenido ni de profesorado. Lo que hará el centro es unificar la gestión académica, de modo que "se puedan definir estrategias mucho más específicas en cuanto a aspectos como la promoción o la captación de recursos", expone el vicerrector de Posgrado, Nuevos Estudios y Espacio Europeo de Educación Superior, Justo Pérez.

La creación del nuevo centro debe suponer, sobre todo, "un cambio de concepto", avanza Pérez. La escasa penetración de titulados universitarios con posgrados en las empresas canarias -uno de las causas, según el vicerrector, del bajo índice de tesis doctorales que registra la institución- aconseja reforzar el vínculo entre la Universidad y el tejido empresarial.

"Los titulados deben ser capaces de captar los problemas del entorno y estar preparados para incorporarse de forma inmediata a esas empresas y contribuir a resolverlos", apunta Pérez, para quien es urgente una "conjura" entre la Universidad, las administraciones públicas y el tejido productivo de las Islas. "Ese será el papel fundamental de la escuela de doctorado y estudios de posgrado".

El edificio central de la ULL es la sede de este centro, para cuya implantación definitiva faltan tres pasos: la aprobación por parte del Consejo Universitario de la Comunidad Autónoma, la publicación en el Boletín Oficial de Canarias y el registro en el Ministerio de Educación.

El Consejo de Gobierno de la ULL aprobó el viernes el código de buenas prácticas de la escuela, que recoge los principios generales de su actividad investigadora, funciones, derechos y obligaciones del alumnado y programas de doctorado, entre otros aspectos.