El presidente de la Federación de Empresas Canarias de la Construcción (Fecac), Martín Padrón, cree que el Gobierno regional -que saca pecho por haber cumplido el objetivo de déficit impuesto por el Estado- ahora ya no tiene más argumentos para mantener la inversión pública bajo mínimos. "Ahora que logró las exigencias del endeudamiento, tiene margen de maniobra para apostar por la inversión pública", observa al tiempo que recuerda que de esa manera la Administración creará el empleo que promete.

Al margen de la obra pública, defiende que la renovación de las zonas turísticas -tanto los espacios públicos como los propios hoteles- "indiscutiblemente" dan oxígeno a las empresas del sector, así como la rehabilitación de los edificios residenciales, lo que supone "más que un balón de oxígeno, una bocanada de aire".

Entre los objetivos que se propone al frente de Fecac está el ser "exigente" con las administraciones y es partidario de apoyar la propuesta lanzada años atrás por los constructores de Las Palmas para crear una oficina de gestión y planificación estratégica en la que el Gobierno regional, los cabildos, los ayuntamientos y las entidades privadas establezcan el orden de prioridad de las actuaciones. "Una vez pasadas las elecciones lo plantearemos porque a través de la coordinación interinstitucional y de la definición de proyectos prioritarios para Canarias vamos a trabajar mejor", cree.

Padrón lamenta que la construcción haya sido considerada "el chivo expiatorio de la crisis" y critica que fue "maltratada" por los poderes políticos, los bancos y los medios de comunicación. "Después de siete largos años de crisis, casi entramos en coma por la política mezquina de los bancos, los recortes brutales en inversión pública de las administraciones, las demoras en los pagos y múltiples factores que provocaron el cierre de miles de empresas y el despido de más de 80.000 profesionales vinculados a la construcción", resume.

También buscará acuerdos con entidades que permitan a la Fecac colaborar en la profesionalización del sector a través de la formación de los trabajadores y promete que la organización será "muy activa" en la lucha frente al intrusismo y la economía sumergida.

Además, respalda la postura de la Confederación Canaria de Asociaciones Profesionales (Concap) -en la que se integra la Fecac- al demandar la reducción de la burocracia. Afirma convencido que existen 900 procedimientos administrativos diferentes. "Mientras no se deshaga toda esa telaraña legislativa, difícil va a ser promover inversión tanto local como foránea".

Considera que la Administración "no puede ser un enemigo de quienes invierten y generan empleo, y menos en un contexto de grave crisis económica" y asevera "con honestidad" que los constructores no han notado ninguna mejora con la Ley de Armonización y Simplificación en Materia de Protección del Territorio y de los Recursos Naturales, que se suma a "toda esa complejísima amalgama de normas de ordenación del territorio y urbanismo sin parangón en España ni en Europa".

Padrón: "Los bancos son un mal necesario"

Acerca de la restricción con la que la banca todavía concede el crédito a los particulares, Padrón asevera que los bancos son "un mal necesario".

En este sentido, explica que "cuando no los requieres, están sentados en tus dependencias, delante de tu mesa de trabajo, pero cuando los necesitas, estás tú en la sala de espera de las suyas".

El empresario matiza que es cierto que la banca "ha abierto la mano, por decir algo", pero aclara con fuerza que lo ha hecho de una forma "arbitraria y sectaria".

De esta forma, considera que en "ciertos" colectivos del tejido empresarial ha sido "muy restrictiva", incluso hasta para los avales técnicos de obras ya adjudicadas.

Este proceder, lamenta, le parece "deplorable cuanto menos", pues una vez adjudicada, "existen múltiples métodos para que la banca corra menos riesgos". De una forma muy generalizada, insiste, "la banca en lo que huele a cemento y adyacentes mira para otro lado, o en tal caso a Madrid, Barcelona o la península, donde están los que deciden".

La internacionalización

Preguntado sobre si considera que las empresas canarias han salido poco al exterior mientras que las grandes de la Península parecen haber encontrado una tabla de salvación en las exportaciones, Padrón se cuestiona con ironía si se trata de esto último "o simplemente un salvavidas y poco más".

Añade que de las Islas han salido muchas empresas, tanto del Archipiélago como del territorio nacional. "Hay muchos casos de éxitos, como también casos que no lo fueron en mayor o menor medida", puntualiza. Las empresas españolas, en general, y las canarias, en particular, reúnen condiciones técnicas y humanas para afrontar "cualquier reto".

Pisos nuevos

¿Hay futuro en la edificación nueva? Y en ese caso, ¿qué tipo de viviendas nuevas tienen salida, si hay alguna? Padrón comienza por señalar que hay que reactivar el sector a través de la rehabilitación, la obra pública, un plan para dar salida al inventario de viviendas sin vender, y la formación.

La Fecac considera esos cuatro ejes "cruciales" para dinamizar de nuevo el sector, si bien les sigue una serie de medidas que ayuden a la financiación, como subvenciones y créditos blandos, fórmulas de pago aplazado o ayudas, o poner freno a la economía sumergida y a la competencia desleal.

Perspectivas

El futuro de la construcción en Canarias es "extraordinario", sostiene el empresario. Eso sí, "siempre y cuando tengamos unos políticos valientes, unas administraciones eficaces y eficientes y una sociedad dispuesta a prosperar".

Sobre la mejora de los indicadores de empleo en la actividad, advierte de que las secuelas de la crisis han sido "muy importantes", pues se cuentan por "miles" las empresas cerradas y son "cientos de miles" los empleos destruidos. El futuro "no va a ser fácil". La crisis "nos ha dado una lección a todos, pero hay que seguir adelante".

Lo público y lo privado

"A los gestores públicos se les tienen que quitar los complejos de que estar en contacto con la iniciativa privada es sospechoso", dice Padrón. "Tiene que haber una gestión transparente y pública y un reconocimiento claro de que son los emprendedores, los empresarios y quienes trabajan con ellos los que levantan un país", apunta.