Una delegación de la organización canaria Cooperación Internacional Dona Vida partirá mañana rumbo a Nepal con la preocupación de supervisar en qué estado se encuentra el pequeño hospital que han ayudado a edificar para atender a quienes carecían de asistencia, los "intocables".

Germán Domínguez, presidente de la organización, afirma en declaraciones a Efe que tienen previsto partir desde el aeropuerto de Gran Canaria siete miembros de Cooperación Internacional Dona Vida, dos médicos cirujanos, tres enfermeros, un voluntario "para lo que haga falta" y él mismo, que es el fundador.

Domínguez señala que los voluntarios de la organización están dispuestos a realizar cualquier tarea, desde pintar y cargar piedras a ayudar a tratar a los heridos que puedan haber producido los sucesivos movimientos sísmicos.

La organización desarrolla desde 2009 un proyecto sanitario en el distrito de Nagargot, "justo al lado del epicentro donde termina la última onda" del seísmo, precisa.

El proyecto se realiza en una aldea de unos 7.000 habitantes "y hemos sido los primeros occidentales en llegar" aunque a veces "cuesta que nos escuchen, porque no somos conocidos como las grandes organizaciones internacionales que se venden como una marca".

Dona Vida ha tratado en el distrito a personas de la casta de los intocables, que en el país no tienen derecho a la asistencia sanitaria, y allí han logrado construir un hospital "con apenas 20.000 euros" donde antes había "algo parecido a una casa para cabras, de tres metros por tres".

La organización logró levantar allí una instalación que, para recordar el origen de sus promotores, se llama "Hospital Nuestra Señora del Pino".

Cuenta con diez habitaciones de hospitalización y un área de formación para el médico y la enfermera nepalíes, y también dispone de un "mini-quirófano" para pequeñas cirugías, un servicio de odontología y oftalmología, y también han logrado donar allí el primer laboratorio para analíticas clínicas.

"Hemos podido detectar casos muy graves de lepra y tuberculosis, enfermedades aquí erradicadas", comenta Germán Domínguez, quien subraya que la organización también ayuda a la escolarización de niños y se les imparte charlas sobre higiene y para prevenir el maltrato y el tráfico infantil por parte de las mafias.

Domínguez, que tiene previsto regresar a Canarias el 31 de mayo, afirma que "la verdadera tragedia no está en Katmandú, sino en las aldeas adonde no llega la ayuda humanitaria".

"Estoy muy preocupado porque el 80 por ciento de las casas ya se habían caído y con el terremoto de hoy se han acabado de caer las que quedaban", agrega.

Domínguez señala que de las primeras noticias que tiene, el hospital ha sufrido daños en la infraestructura y por ello transmite "un SOS" para que se puedan recabar donaciones para rehabilitarlo.

"Es nuestra desesperación" llegar allí, indica el presidente de la organización, pues subraya que en el distrito donde trabajan llega sólo un autocar al día y los pacientes son transportados por familiares a bordo de cestas.

Preguntado por si no tiene temor de desplazarse hasta Nepal tras este segundo terremoto, Germán Domínguez subraya que "es una necesidad de estar allí porque nos sentimos impotentes y donde verdaderamente nos necesitan" es en la aldea.