Izquierda Unida Canaria (IUC)-Los Verdes inaugura una serie sobre los programas electorales autonómicos que concurren en las elecciones de este mes. En concreto, esta alianza plantea como "líneas base de desarrollo programático" cuatro ejes -Democracia, Economía, Cohesión Social y Sostenibilidad- que guían la transición "desde el modelo social que tenemos al que deseamos para Canarias". En ese marco, la primera medida económica es la reivindicación y rescate del sector público como eje "imprescindible" de la economía canaria y "un nuevo modelo económico y social que sustituya el actual Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) y, en especial, de la Reserva de Inversiones para Canarias (RIC), que son uno de los principales motivos que han llevado a Canarias a un índice de pobreza extrema de la mayoría de la población". Cabe matizar, en todo caso, que IUC-Los Verdes defiende con fuerza la parte económica del REF -que incluye las ayudas al transporte, la desalación del agua o el cambio del modelo energético, entre otros-.

También en materia económica, aboga por implantar una "verdadera" política impositiva "progresiva y justa" y unas nuevas relaciones con la UE "que impliquen que cualquier tipo de exención fiscal (...) esté ligada a una verdadera diversificación y sostenibilidad de la economía, de creación de empleo digno, de investigación, innovación y desarrollo, con controles previos del capital a invertir sujetos a inversión y con proyectos previos que tendrán que ser verificados por una Agencia Canaria de Administración Tributaria".

Además, plantea un modelo energético sostenible basado en las energías alternativas, así como una "fuerte" inversión en este tipo de energías y eliminar los proyectos de introducción del gas.

Vinculado a todo esto, señala la mejora del transporte público a los centros de trabajo periféricos, fomentar el uso compartido del coche y aprobar una tasa de aparcamiento de grandes superficies.

Además, promoverá circuitos cortos de distribución de la producción agrícola y ganadera y el fomento de la producción ecológica en el marco de la reivindicación de la soberanía alimentaria "como una estrategia más de supervivencia, trabajo, medio y cultura" -apoyo expreso a la reforma agraria-, además de asegurar una dotación mínima de agua -de 60 a 100 litros por persona y día- "incluso en el caso de impago".

En el ámbito legislativo, promete aprobar una "severa" ley regional anticorrupción que incorpore el delito de enriquecimiento ilícito, una ley electoral "más justa y proporcional" y el establecimiento de presupuestos participativos -para que intervengan en su gestión y control-.

Declaración de intenciones

El programa electoral apuesta por una "profundización" democrática de las instituciones canarias, lo que será posible "solo si cambiamos

las formas de hacer política y apostando claramente por la participación ciudadana y la

transparencia en la gestión de lo público". La formación desea que se produzca una "evolución hacia una sociedad más justa, sostenible y democrática".

De esta manera, aboga por una sociedad con carácter "solidario" donde la vida de las personas sea "digna, libre e igualitaria" en el marco de una alianza de izquierda con vocación de continuidad y unidad de acción "más allá de la cita electoral" para lograr una participación abierta con la ciudadanía, organizaciones políticas y colectivos sociales.

IUC-Los Verdes plantea que "todos los que trabajamos en los movimientos sociales y políticos reivindicativos en

Canarias lo hacemos porque creemos sinceramente que otro mundo es posible". "Queremos hacer realidad ese futuro deseado".

Así, el tipo de desarrollo capitalista "como el que rescata a un banco antes que las personas, exprime al ser humano y los recursos de nuestras islas y pone a la democracia a su servicio, tiene como fin último la creación de riqueza. El capitalismo que permite los desahucios masivos, no tiene en cuenta el valor social, no distribuye y genera profundas desigualdades, que a su vez generan frustración y violencia" y tampoco valora el medio natural más que como un recurso productivo, "siendo esquilmado hasta el extremo de enfermar los ecosistemas y a la humanidad que en ellos habitan", por lo que es "imprescindible" abandonar la creencia de que el crecimiento económico indefinido es

necesario para el bienestar.