Si Eduardo Doménech hizo historia en 2011 al ser reelegido como rector de la Universidad de La Laguna, un hecho que solo se había producido en una ocasión, Antonio Martinón inscribió ayer su nombre en los anales de la ULL al obtener la victoria más amplia desde que el rector es elegido por la comunidad universitaria y no por el Claustro.

El catedrático y exdecano de Matemáticas hizo valer los pronósticos que lo señalaban como favorito -tras rozar la mayoría absoluta en la primera vuelta de los comicios- y se convertirá en el nuevo máximo dirigente de la institución académica. Consiguió un 64,15% del voto ponderado -no todos los sectores tienen el mismo peso en el resultado-, frente al 35,85% de su rival, la decana de la Facultad de Educación, Olga Alegre. Solo el mismo Doménech había cosechado un resultado similar -el 63,5%- cuando en 2007 accedió por primera vez al Rectorado, derrotando a Ángel Gutiérrez.

Como en la primera ronda electoral -celebrada el 29 de abril y tras la que quedó descartado el tercer candidato, Juan Ignacio Capafons-, Martinón se alzó ayer con el triunfo en los cuatro sectores de la Universidad: entre el alumnado logró el 67,1%; entre el personal de administración y servicios (PAS), el 66,1%; un 63,6% del profesorado doctor y funcionario lo apoyó, mientras que entre los docentes no doctores o contratados el respaldo a su candidatura fue del 54,7%.

También se repitió una de las curiosidades de la primera vuelta. Martinón fue el más votado en el centro en el que ejerce la docencia -la Sección de Matemáticas-, en tanto que Alegre no tuvo el mismo éxito en el suyo, puesto que los estudiantes y el profesorado no doctor de la Facultad de Educación se inclinaron por su oponente y solo resultó la más votada entre los profesores no doctores o sin vinculación permanente.

Las segundas vueltas en cualquier proceso electoral suelen registrar menor participación que las primeras, y la que vivió ayer la ULL no fue una excepción. Ponderaciones aparte, ejerció su derecho al sufragio el 26,5% de las 24.441 personas censadas. El dato del 29 de abril ascendió al 29,4%. Este descenso de la afluencia a las urnas se dio en todos los sectores. Votó algo más del 20% del alumnado -tradicionalmente el colectivo que menos se involucra en estos comicios-, el 72% del PAS, el 85% del profesorado doctor y funcionario y el 63,5% de los no doctores o contratados.

La ausencia del tercer candidato puede explicar esta disminución de la participación. Para salvar la diferencia que ya le separó de Martinón en la primera ronda, Olga Alegre estaba obligada no solo a intensificar su campaña, sino a captar el voto que en la primera había sido para Capafons, una aspiración lógica si se tiene en cuenta que ambos proceden del mismo grupo claustral, Renovación Convergente, precisamente el mismo en el que se encuadra Doménech. No lo consiguió.

En su cuartel de campaña -la Escuela de Ingeniería Informática-, Antonio Martinón no podía esconder su satisfacción por el "apoyo inmenso" que le brindó la comunidad universitaria. Rodeado por su equipo, exrectores -José Gómez Soliño y Ángel Gutiérrez- y excandidatos -Javier Marrero, quien cayó ante Eduardo Doménech en 2011 pese a superarle en número de votos-, el profesor de Matemáticas afirmó que ese respaldo "hace que la responsabilidad sea mayor".

"He repetido siempre que he tenido ocasión que gobernaré para toda la Universidad. Seré el rector de todos", declaró Martinón, quien recalcó que los resultados demuestran que "hay ganas de cambio y de empezar una nueva etapa". "Hay que recuperar la ilusión. Es mi mayor reto", aseguró.

Cuestionado por el desarrollo de la campaña electoral -caracterizada en algunos momentos por la tensión y por frecuentes alusiones a su actividad política-, Martinón optó por una actitud conciliadora. "Eso ya pasó. Creo que hay una aceptación plena y sincera de los resultados". Sin embargo, no pudo evitar un comentario: "Podría decir mucho, pero [ese comportamiento] no ha servido para nada. En una campaña intervienen muchas personas, no solo los candidatos, y algunas lo que hacen es perjudicar".

La de ayer fue una noche de celebración para Antonio Martinón, que recibió llamadas de felicitación de José Regidor, rector de la Universidad de Las Palmas; de Manuel J. López, presidente de los rectores españoles, y de la propia Olga Alegre.