El líder del Partido Popular (PP) en Canarias, José Manuel Soria, dijo ayer, antes de una reunión de la Comisión Ejecutiva regional del partido para evaluar las causas de los malos resultados electorales obtenidos en las Islas, que "no se le ha pasado por la cabeza dimitir; ni ahora ni nunca".

Soria se ha hecho responsable, como presidente regional de la formación en Canarias, de estos malos resultados electorales, que han llevado al partido a perder 120.000 votos en los comicios al Parlamento regional.

A su juicio, el 70% de estos votos que se han perdido en las elecciones autonómicas "se han ido directamente a otras fuerzas políticas", mientras que el 30% "ha correspondido a personas que en 2011 dieron su confianza en las urnas al partido en las islas y que ahora han quedado en la abstención".

Soria aseguró que el Partido Popular en Canarias no le ha pedido que dé un paso atrás, sino que "trabaje más", lo que hará de inmediato con el objetivo de que los populares ganen las próximas elecciones generales.

Sobre la estrategia que seguirán los populares en el Archipiélago a la hora de conformar gobiernos municipales e insulares, Soria informó de que ha dado vía libre a cada organización para que fragüe los acuerdos "que crea convenientes", por lo que quedan descartados "pactos de unos municipios condicionados a otros o pactos en una isla condicionados a los de otra isla".

"Esa es la estrategia que ha funcionado realmente cuando la hemos hecho en otras ocasiones", afirmó el también ministro de Industria, Energía y Turismo.

Añadió que, en lugar de retirarse o convocar un congreso regional, cosa que no ocurrirá hasta dentro de nueve o 12 meses, según precisó, "lo que toca es analizar resultados, estudiar causas, fijar objetivos y proponer medidas".

"Vamos a analizar lo que se ha hecho mal para corregir y voy a proponer que se estudie, mesa por mesa, para saber cuántos votos se han perdido en cada una y a quién han ido", indicó.