De las 16 oficinas de Barclays existentes en Canarias, 13 cerrarán entre la próxima semana y el 15 de julio. Así lo aseguró el representante de CCOO Canarias en La Caixa, Pedro Mengíbar, ante los micrófonos de Radio El Día al enmarcar estos despidos en el ERE que afectará a 1.050 empleados de la institución financiera en 17 provincias, de los que 130 están en Canarias -87 en la provincia tinerfeña-.

En relación a la reciente adquisición de Barclays por La Caixa, explicó que el primero ya había llevado a cabo un proceso de despidos previo a la absorción, pese a lo que cual La Caixa plantea ahora despidos adicionales bajo el argumento de un "supuesto exceso" de personal, tal y como hizo cuando asumió Banca Cívica -y que sigue siendo la razón de ese "exceso" de plantilla para La Caixa, criticó Mengíbar-.

"De momento no sabemos dónde sobra el personal, no lo han dicho", lamenta. "La empresa tiene fórmulas para calcular cuántos empleados deben tener las oficinas "que es como la de la Coca Cola porque son secretas", ironiza.

Los empleados de Barclays "no necesariamente" serán trasladados a las oficinas de La Caixa más cercanas, sino que la entidad dispondrá de la plantilla en función de sus necesidades. En cualquier caso, el convenio colectivo establece que esa movilidad no podrá superar los 25 kilómetros, por lo que en el caso de la capital tinerfeña, como muy lejos irán a las oficinas de Güímar -por el sur- o La Victoria -por el norte-.

Mengíbar también explicó que La Caixa retiró la movilidad geográfica forzosa de su propuesta, lo que calificó de "avance importante". De los 1.050 empleados sobre los que pende el ERE, esta actuación iba a recaer en 300, que serían trasladadas a Cataluña y Baleares, donde falta personal. "Estamos dispuesto a que haya movilidad, pero que sea voluntaria e incentivada", defendió el líder sindical. "No aprobamos que sea forzosa porque la banca en general, y La Caixa en particular, han vuelto a la senda del crecimiento y de los beneficios y no se justifican medidas forzosas", insistió.

En este sentido, apuntó que La Caixa en el primer trimestre del año declaró 375 millones de euros de beneficios. "Por eso plantea este ERE por criterios organizativos -mala distribución de la plantilla- y no en causas económicas", explica. "Pero también aspiran a un nuevo recorte salarial -que sería el tercero- y creemos que no procede al conseguir ganancias", insistió.

CCOO Canarias rechaza la oferta de 33 días por año -con un máximo de dos anualidades- en el ERE y aboga por potenciar las prejubilaciones este año para los empleados que tengan cumplidos -o que cumplan en 2015- los 58 años de edad.

"Esta es la mejor vía para adelgazar el coste de plantilla porque no es traumática, los que se acojan obtendrán condiciones buenas y aceptables y sus puestos de trabajo se sustituirán por una contratación mucho más barata", explicó. Por ello, CCOO Canarias quiere extender esta posibilidad hasta 2018.

Sobre todos estos aspectos, la empresa se limitó a remarcar que se está negociando de "forma conciliadora".