El lagarto gigante de la isla de El Hierro (Gallotia simonyi) es una especie endémica de la Isla, que actualmente se conserva en reductos poblacionales como riscos y los Roques de Salmor. Llega a tener un tamaño de hasta 60 centímetros, de cabeza ancha (sobre todo los machos), cuerpo fuerte y larga cola.

El dorso es de color oscuro pardo, gris o incluso negro, el vientre es pálido blanquecino o cremoso y en los costados tiene numerosas marcas de color marrón amarillento, poco visibles en algunos ejemplares.

Este lagarto es propio de las zonas más áridas y de terreno pedregoso. Es omnívoro: come plantas e insectos. La puesta comienza en mayo y pone de 5 a 13 huevos hasta fines de agosto. Los huevos eclosionan después de 61 días. Los predadores más habituales de este lagarto son las aves rapaces, como los cernícalos o los ratoneros.

Se trata de una especie en peligro crítico de extinción, incluida en el Convenio de Berna y en la Directiva Hábitat. El Gobierno de Canarias lleva a cabo programas para su conservación reintroduciéndolo en zonas donde ya se había extinguido, controlando la población de animales foráneos y llevando a cabo programas de reproducción en cautividad. El centro de cría es conocido como Lagartario.

El pasado año, en el mes de septiembre, nacieron los últimos ejemplares, concretamente 93.

Las crías recién nacidas llevan un período de cuarentena en terrarios interiores, donde lleva un minucioso seguimiento y una dieta controlada para que su crecimiento se desarrolle con normalidad e intentar evitar la posible aparición de enfermedades que pongan en peligro la supervivencia de las camadas.

Pasado este período, son trasladados a terrarios de exterior donde son sometidos a diversas pruebas de entrenamiento en el nuevo centro de investigación y recuperación de esta especie, situado en la finca de Los Palmeros, en La Frontera, propiedad del Cabildo. El objetivo es que los lagartos puedan reconocer a sus depredadores (rapaces y gatos asilvestrados), de tal forma que pueda incrementarse su probabilidad de supervivencia en el medio natural.

Las puestas de 2014 procedieron de 14 hembras que depositaron cada una de ellas entre 4 y 10 huevos. El tiempo medio de incubación fue de 60 días a una temperatura entre 28-30ºC.

Además de estos lagartos nacidos, actualmente se mantienen casi dos centenares de individuos en el Lagartario de La Frontera, y algunos, utilizados como progenitores, proceden de la Fuga de Gorreta.

En el hábitat natural se ha estimado una población que podría estar constituida por 340 individuos. En el Roque Chico de Salmor se ha desarrollado muy bien la población de lagartos con una población estimada de 125 ejemplares.

Sobre la historia del lagarto, tenemos que ya desde el siglo II antes de Cristo, el rey Juva II de Mauritania en su expedición a Canarias hizo referencia a una isla repleta de lagartos gigantes. También se le cita en las crónicas de la conquista, en 1404 por Juan de Betancourt: "Se encuentran grandes lagartos como un gato, pero no hacen ningún daño y no tiene ningún veneno".

En 1779 viaja a El Hierro el regidor perpetuo y tesorero de Las Reales Rentas, Urtusáustegui, quien señala: "En el Roque más pequeño de Salmone (Roques de Salmor), el más avanzado al mar, se hallan lagartos muy gruesos, de vara de largo (83,5 centímetros), que por lo escamoso y según me lo pintaron, juzgo que son una especie de caimanes."

Hay registros de otros investigadores, ya del siglo XIX, como por ejemplo Viera y Clavijo o Sabino Berthelot, quien escribe: "Su alimento consistía en gofio y carnes asadas de cabrito o carnero. Sin embargo, existe un dicho popular que indica probablemente el gusto que tenían por carne de los lagartos".